La famosa serie de Netflix, Stranger Things, escondía un trasfondo aun más oscuro que el mundo de los “demogorgons”. Por la denuncia de la cámara Peyton Brown logró trascender que los hermanos Matt y Ross Duffer, creadores de la serie, “abusaron verbalmente” de las mujeres durante el rodaje.
Esta denuncia Brown la realizó a través de su cuenta de Instagram, aunque luego la borró. Allí contó que renunció a la producción incluso antes de filmar la tercera temporada: “Fui testigo de cómo dos hombres en altas posiciones de poder buscaron y abusaron verbalmente de varias mujeres. Me prometí a mí misma que si estuviera en la situación para decir algo, lo haría”, afirmó.
En este posteo contó que en la filmación hubo “gritos, insultos, amenazas y personas fueron despedidas o forzadas a renunciar por ambas personas”, por lo que los guionistas no tardaron en responder estas acusaciones a través de un comunicado: “Nos sentimos muy mal al saber que alguien se pudo haber sentido incómodo en nuestro set. Debido al gran estrés que supone la producción, a veces los nervios se crispan, y por eso, pedimos disculpas”.
En tanto, los Duffer expresaron: “Creemos profundamente que debemos tratar a todos bien sin considerar su género, orientación sexual, raza, religión o cualquier otra cosa”. Y continuaron: “Permanecemos totalmente comprometidos a proporcionar un entorno de trabajo seguro y colaborativo para todos en nuestras producciones”.
Por su parte, Netflix también comentó sobre el tema: “Hemos estado investigando el caso desde que saliera esta alegación, y no hemos encontrado nada al respecto”.
Aun así, esta valiente intervención de la trabajadora audiovisual despertó la atención y la alerta de todas las partes de la producción que, desde ahora, deberán medir más sus expresiones de “estrés” hacia las mujeres.