El Gobierno porteño presentó este miércoles los proyectos de Ley para cambiar los Códigos Urbanístico y de Edificación, que serán enviados a la Legislatura para su posterior votación y que reemplazarán el Código de Planeamiento Urbano de 1977.
Los proyectos plantean, entre otros puntos, la eliminación de la obligatoriedad de construir viviendas para los encargados de edificios, un nuevo metraje para las edificación en altura, una mixtura de usos -comercial, laboral, social- en los barrios y la desaparición de las “torres sorpresa” y las “esquinas enanas”.
La iniciativa promete devolverle homogeneidad y previsibilidad al tejido ciudadano, equilibrando la altura de los edificios y eliminando medianeras, a la manera de ciertas áreas que merecieron un diseño particular, como Diagonal Norte y Diagonal Sur o la Villa Olímpica de Lugano y Soldati.
Uno de los puntos de mayor impacto urbano será la eliminación de ciertos cálculos matemáticos que establece el Código actual para fijar la cantidad de metros cuadrados para construir y la altura. Hoy en los terrenos grandes se puede edificar más metros que en los chicos, lo que en la práctica provoca un fuerte achicamiento de las construcciones en esquinas.
Con la eliminación de los cálculos vigentes, las esquinas “enanas” podrán multiplicar su superficie a edificar y equiparar su altura con construcciones vecinas. Sacar estos parámetros también permitirá dejar de lado a su contraparte, es decir, esos enormes edificios que se sobresalen del paisaje barrial producto de la sumatoria de muchos lotes: las “torres sorpresa”. Sucede que se podrán hacer donde ya haya superficies disponibles y con determinadas alturas.
Por ejemplo, en las grandes avenidas, Libertador o 9 de Julio, se establece un límite de 38 metros y 31 metros (12 pisos y 9 pisos, respectivamente), de 22 y 16,5 (6 y 4 pisos) en calles y algunos tramos de avenidas y 10,5 y 9 en calles y pasajes.
Otra de las novedades es que el Código de Edificación propuesto elimina la obligatoriedad de construir una vivienda para los encargados y la suplanta por un vestuario. Hoy cualquier edificio que conste de 15 o más unidades, o supere los 800 metros cuadrados o tenga cuatro o más pisos, deberá poseer una vivienda destinada al encargado del edificio. Con el nuevo plan se busca eliminar ese requisito, para que los vecinos no tengan que pagarles los servicios a los encargados y para que a su vez se reduzcan los gastos de construcción.