La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto inaugurarán este viernes un espacio por la memoria en lugar donde funcionaba la comisaría 5 de La Plata, que fue un centro clandestino de torturas durante la última dictadura.
Allí estuvieron detenidos algunos de los jóvenes que fueron víctimas en la Noche de los Lápices y el testigo desaparecido Jorge Julio López.
“Hacer de la comisaría 5», que fue un centro clandestino de detención, un espacio para la memoria, entregar el primer archivo digital con las actas de nacimiento durante la dictadura y exonerar a los policías que tuvieron participación directa en los años más oscuros de nuestra historia es honrar la memoria, la verdad y la justicia”, dijo la gobernadora Vidal, que por ahora se reunió una sola vez en público con Carlotto.
La gobernadora entregará en el acto a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo un archivo digital con las partidas de nacimiento registradas durante la última dictadura, que permitirá agilizar la búsqueda de nietos por los datos de los médicos o de los jueces que pudieron haber intervenido en los procesos de apropiación de menores. Este es un antiguo pedido de los organismos de derechos humanos al gobierno bonaerense.
Hoy parte del edificio se remodeló -previa supervisión del Equipo Argentino de Antropología Forense para eventualmente resguardar pruebas- y ahora funcionará como un espacio para la memoria, con un auditorio, una sala de conferencias y una oficina para las Abuelas de Plaza de Mayo.
Entre 1976 y 1978 hubo allí más de 200 detenidos, la mayoría de los cuales hoy continúan desaparecidos, entre ellos 12 mujeres embarazadas que dieron a luz en una maternidad clandestina. Solo dos de los niños que nacieron allí restituyeron su identidad.
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