La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aseguró el viernes que “la memoria no tiene banderías políticas, nos reclama a todos los argentinos”, al inaugurar un Espacio de Promoción de los derechos humanos en la ciudad de La Plata, junto a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
El gobierno bonaerense convirtió en Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos a la sede de la comisaría 5ª de La Plata, que durante la última dictadura militar funcionó como centro clandestino de detención, tortura y asesinato.
Acompañada por Carlotto, el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo; y el secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Santiago Cantón; Vidal enfatizó que “lo que hacemos es trabajar en conjunto” con las Abuelas de Plaza de Mayo y otras entidades sociales, “apoyar su tarea y desde el Estado hacer nuestra parte para que la memoria se mantenga”.
“Esto define qué tipo de sociedad queremos construir. Este camino lo tenemos que hacer entre todos, juntos. Cada uno puede hacer su parte y lo tenemos que hacer desde el encuentro, desde lo que tenemos en común”, continuó.
La gobernadora explicó que la construcción de este espacio para la memoria permitirá “de alguna manera, intentar reparar en algo lo que ha sucedido”, y dijo que se concederá el lugar “a Abuelas por 30 años, para que puedan utilizar sus oficinas, hacer sus encuentros, convocar a recordar. Me pareció terrible que un lugar que había sido un centro clandestino de detención todavía funcionara como comisaría y sus calabozos fueran ocupados en democracia. Este lugar ya no funciona como comisaría sino como espacio de la memoria”.
“Este camino lo podemos hacer entre todos. Esta memoria no tiene banderías políticas: nos reclama a todos los argentinos y a todos los bonaerenses”, continuó.
Por su parte, Carlotto dijo que “es impactante, emotivo lascerante pisar esta tierra. Cuántas jóvenes embarazadas dieron a luz, cuántos desaparecidos pasaron, fueron torturados, asesinados. Estamos buscando que no se olvide, que eso no pase como nada, que la memoria exista. No se puede perdonar ni olvidar que la Argentina fue el país de Latinoamérica con dictadura, que tuvo el más alto porcentaje de crueldad e inhumanidad”.
“Tenemos la democracia más larga de nuestra historia. Costó mucha sangre, mucho sacrificio, mucha lucha y hay que cuidarla”, agregó, y subrayó que “hay voluntad política: la festejamos, la agradecemos. Todo lo bueno que se haga desde el Estado debe ser reconocido y agradecido aunque uno piense que el Estado está para cuidarnos y protegernos”.
Según Carlotto, “podemos pensar distinto, tener diferencias, pero no somos enemigos. Todo es para bien, nada es para molestar ni violentar a nadie, ni acusar ciegamente a nadie. Simplemente, queremos que no se olvide y que se castigue con todo el peso de la ley”.
El gobierno bonaerense cedió el uso del inmueble, por los próximos 30 años, a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. En uno de los sectores de este Espacio funcionarán las nuevas oficinas de Abuelas.
Además la Gobernadora contó que el Gobierno puso a disposición de la Asociación el archivo histórico digital de todas las partidas de nacimiento de la Provincia registradas durante la dictadura cívico-militar. Esa información simplifica los procesos de investigación sobre cada caso de apropiación de nietos que buscan las Abuelas.
Vidal, también anunció la exoneración de policías de las fuerzas bonaerenses que tienen condenas por delitos de lesa humanidad. La Provincia ya exoneró a 11 policías retirados de distintas jerarquías, entre ellos a Miguel Etchecolatz. La lista se completa con: Carlos García, Horacio Elizardo Luján, Bernabé Jesús Corrales, Miguel Gerónimo Kearney, Raúl Orlando Machuca, Sergio Arturo Verduri, Pedro Antonio Ferriole, Mario Víctor Nicodemo Sita, Luis Vicente Patrault y Santiago Antonini.
Del acto también participaron el intendente de la ciudad de La Plata, Julio Garro, sobrevivientes de la dictadura cívico-militar, abuelas fundadoras y nietos recuperados, entre ellos, Leonardo Fosatti, que nació en la Comisaria 5ª, donde su mamá permaneció secuestrada.