El comunicado, muy breve, habla de “encontrar soluciones para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones” y manifiesta la “situación económica compleja tras tres años de pérdidas”.
Así, Carrefour anunció ayer un Proceso Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo. Fue la primera cadena en hacer oficial una situación delicada que vive todo el sector supermercadista local. Según fuentes gremiales, el plan de la compañía es despedir unos 3.000 empleados y realizar profundos cambios en su estrategia comercial.
Si bien desde la compañía no hicieron más declaraciones que el comunicado mencionado, y más allá de los rumores, de la medida administrativa presentada ante Trabajo se infiere que, al menos, podría despedir a 1.000 trabajadores de los entre 18.000 y 20.000 que tiene la multinacional a nivel local.
Según la Ley de Empleo (Nº 24.013), el Proceso Preventivo de Crisis (PPCE) se aplica cuando se afecte a más del 15% de los trabajadores en empresas de menos de 400 trabajadores; a más del 10% en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; y a más del 5% en empresas de más de 1.000 trabajadores. Este último es el caso de la cadena francesa.
El PPCE se tramita con carácter previo a la comunicación de despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor, causas económicas o tecnológicas.