Pasaron 36 años, pero los agravios que dejó la guerra de Malvinas aún siguen sangrando. Solo en los últimos años se repararon algunas de sus consecuencias, pero hay muchos sobrevivientes que siguen reclamando reparaciones que siguen formando parte de una deuda que la sociedad se resiste a entender.
Unos doscientos exsoldados y algunos de sus familiares, que estuvieron destinados en el sur argentino durante la guerra de Malvinas cumpliendo las órdenes de combate que emitía el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, realizaron una vigilia en la noche del 1 de abril, para esperar la llegada del 36º aniversario del inicio del conflicto.
Desde el fin de la guerra, los exsoldados vienen reclamando que se les reconozca su participación en el conflicto, que les fue negada en algunas ocasiones. Ellos no cruzaron el mar Argentino para llegar hasta las islas, pero abastecieron aviones que atacaban a los buques ingleses, desarrollaron tareas de logística y defendieron el litoral marítimo de las incursiones de los soldados ingleses.
Para muestra, el 30 de abril de 1982, en las cercanías de Caleta Olivia, un helicóptero argentino fue abatido por fuerzas piratas cuando acudió a una alerta lanzada por los efectivos que estaban acantonados en el litoral. En el combate perecieron diez soldados argentinos que iban a bordo de la aeronave.
Paralelamente, existieron combates en Comodoro Rivadavia, en las cercanías de Río Grande y en la Bahía de San Sebastián. Sobre la finalización de la guerra, el Comando en Jefe del Ejército publicó una nómina de 16 militares fallecidos en el continente en acciones de guerra, que incluyó a otros cinco oficiales y suboficiales desaparecidos en las mismas circunstancias.
Dentro de este complejo panorama, un grupo de unos 400 exsoldados viene reclamando desde hace muchísimos años ser incluido en el reconocimiento que efectúa el Estado a los que combatieron en la guerra de Malvinas.
Durante muchos años, se les dijo a estos exsoldados, que se encuentran nucleados en la Asociación Civil Veteranos de Guerra Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), que la delimitación del área de guerra no incluía la zona en la que ellos habían estado destacados, todos ellos en el litoral marítimo. Finalmente, la publicación del Comunicado Nº 19 de la Junta Militar usurpadora del Gobierno, que fue publicada el 8 de abril de 1982, aclaró las cosas. En él se delimitaba que el TOAS comprendía “200 millas marítimas desde la costa del territorio continental y alrededor de las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur”.
El 2 de abril de este año, Luis Giannini, vicepresidente de la Asociación Civil Veteranos de Guerra del TOAS, reflexionó sobre el olvido y sobre la discriminación que sufren sus compañeros, a la vez que lamentó los dichos “del presidente sobre los costos de reclamar por la soberanía sobre las islas Malvinas”.
En la vigilia, los excombatientes y sus familiares conmemoraron, además, el período que duró el campamento que erigieron en la Plaza de Mayo, “que fue levantado el 26 de enero, justo un mes antes de cumplir los diez años de reclamar un derecho que aún nos es negado”, dijo Giannini, que añadió: “El campamento ya no está, pero nuestro reclamo seguirá”.
