El legislador porteño Mario "Pacho" O’ Donnell (Bloque Justicialista) presentó hace pocos días en la Legislatura de la Ciudad un curioso proyecto de ley, a través del cual pretende establecer y reglamentar las políticas integrales del libro y la lectura en el ámbito de la Capital. En una palabra, fomentar la lectura entre los porteños y promover la actividad literaria tanto desde la producción y edición de obras como brindando apoyo a bibliotecas populares y del Estado.
El proyecto de ley de O’ Donnell comprende "la actividad de creación intelectual, producción y edición y venta de libros", según distingue su mismo texto. Sus principales objetivos, explicó "Pacho", son fomentar el trabajo intelectual de los autores nacionales, especialmente de los jóvenes y de los residentes en la Ciudad, y la edición de sus obras. También promover la lectura y brindarle apoyo a las bibliotecas populares y las dependientes del Gobierno, para preservar y asegurar el patrimonio literario porteño. Y, finalmente, promover la edición de obras inéditas y facilitarle el acceso a los discapacitados a las bibliotecas y a las técnicas de audición de textos.
Dicho fomento de la actividad literaria no distingue géneros ni formatos, afirma el proyecto de "Pacho". La ley promete ser igual para todos libros, sean éstos infantiles, diccionarios, enciclopedias, libros de arte, de diseño gráfico, de texto, ensayos, obras de teatro y por supuesto obras literarias en prosa y poesía.
O’ Donnell, quien de 1994 a 1997 ocupó el cargo de Secretario de Cultura de la Nación, destacó de su proyecto "la búsqueda para llegar a la mayor cantidad de autores interesados, teniendo en cuenta la producción para no videntes y todo tipo de discapacidad que requiera un tratamiento específico, incluyendo rampas de acceso a bibliotecas", argumentó el diputado.
LA CREACIÓN DE UN INSTITUTO Y UN FONDO PARA LA LECTURA
El proyecto de O’ Donnell contempla la creación del "Instituto del Libro y de la Lectura" porteño, que sería presidido por el Secretario de Cultura de turno y cuyas funciones serían la realización de campañas educativas, la organización de premios a la edición, la adquisición de libros destinados a escuelas y bibliotecas públicas, realizar un censo sobre "el hábito de la lectura" cada cinco años, e instaurar la Semana del Libro en la Ciudad, entre otras funciones.
El proyecto estipula además la creación de un "Fondo de Fomento del Libro y la Lectura" que será administrado por la Secretaría de Cultura y que tendrá por función financiar las acciones que ejecute la política integral del libro. Este fondo se integrará con el uno por ciento de lo recaudado en concepto de multas y por donaciones y legados.