En los últimos años, y al calor del ingreso imparable de los dispositivos electrónicos, la gestión de la burocracia tanto en el Estado como en las empresas comenzó a tramitarse sin la mediación de expedientes, carpetas y archivos en formato papel. Así, el concepto “despapelización” se fue convirtiendo en una tarea que habitualmente se lleva a cabo en las oficinas para terminar con la acumulación de archivos, generar un entorno más saludable en las tareas diarias de los trabajadores, optimizar el espacio físico, dinamizar los procedimientos administrativos y, fundamentalmente, contribuir a la economía circular del reciclado y aportar en la sustentabilidad medioambiental.
Con todo este marco presente, el viernes pasado la Auditoría General de la Ciudad montó un enrome operativo de despapelización en sus oficinas del microcentro porteño y, en pocas horas, tres enromes camiones de una cooperativa de recuperadores urbanos se llenaron con lo que los trabajadores del organismo de control iban llevando en un largo pasamanos desde cada una de las oficinas.
La tarea, que duró hasta bien entrada la madrugada del sábado, tuvo además, una particular impronta femenina ya que contó con la activa participación de la presidenta de la AGCBA, Cecilia Segura, y las Auditoras Generales Raquel Herrero y Mariela Coletta, representando al Colegio de Auditores, quienes se pusieron a la par de los empleados durante toda la jornada.