La nueva reforma tributaria, sancionada el pasado 28 de diciembre, incorporó cambios en el esquema de recaudación, creó nuevos impuestos y eliminó otros. Estas son sus tres principales ventajas y desventajas.
Las ventajas de la reforma tributaria
- Se elimina el impuesto a la transferencia de inmuebles (ITI): Se creó un nuevo hecho imponible que se generará con la venta de bienes inmuebles adquiridos a partir de 2018. Con la nueva disposición, los contribuyentes que vendan este tipo de inmuebles (siempre que no tengan como destino casa-habitación) abonarán el 15 por ciento de impuesto a las ganancias por el resultado generado en dicha operación (precio de venta – precio de compra actualizado por IPIM). Con esta disposición, deja de tener efecto sobre esos inmuebles el ITI, el cual solo aplicará sobre la venta de inmuebles que hayan sido adquiridos con anterioridad al 31 de diciembre de 2017.
- Se crea un mínimo no imponible para las cargas sociales: Este cambio llega para aliviar el costo impositivo/previsional que genera en la actualidad un empleado en blanco. El monto para deducir de cada sueldo será de $2.400 mensuales (proporcional para jornadas reducidas), e irá incrementándose en los próximos cinco años, hasta llegar a 12 mil pesos en 2022. Esto genera un ahorro sustancial, sobre todo para las pymes. También se busca que esta reducción en el costo de las cargas sociales genere un aumento del empleo formal.
- Se reduce la alícuota aplicable en el pago del impuesto a las ganancias que soportan las empresas: El 35 por ciento de impuesto a las ganancias que abonan hoy las empresas sobre su rentabilidad disminuye a un 30 por ciento para 2018 y 2019, y a un 25 por ciento para los siguientes períodos.
Las desventajas de la reforma tributaria
- No se redujo la alícuota de IVA: Este punto es el gran ausente de esta reforma tributaria. En la previa, el rumor era que la alícuota actual bajaría al 19 por ciento, pero eso no ocurrió. Por lo tanto, mientras en la Argentina el IVA es del 21 por ciento, el promedio de la región es del 13, y en el mundo, del 16.
- Se comienza a gravar la renta financiera: Se observa como una desventaja dado que el impuesto tendrá un ínfimo impacto sobre la recaudación total (0,2% del PBI). Además, se estaría gravando, en muchos casos, al pequeño ahorrista que busca en los instrumentos financieros proteger sus ahorros de la elevada inflación y las continuas devaluaciones que sufre el país.
- Queda pendiente la modificación global del esquema tributario: En la actualidad existe un exceso de impuestos y regímenes de información a nivel municipal, provincial y nacional que les generan al contribuyente una gran cantidad de costosas tareas administrativas, que terminan encareciendo los precios finales de los productos y servicios.