El violento ataque a la comisaría de San Justo que se produjo el lunes a las 5.30 provocó un fuerte impactó en toda la sociedad. A raíz del hecho, la sargento Rocío Villarreal recibió dos heridas de bala y hoy se conoció la noticia de que perdió movilidad en sus piernas por los disparos. Además, de que se produjeron varios allanamientos en Capital y en el Conurbano.
Poco después del hecho, el ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, aseguró que el gobierno bonaerense quiere que la portación ilegal de armas de uso civil sea un delito no excarcelable.
La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, visitó a la sargento baleada, a quien ascenderá junto a los compañeros que estaban al momento del ataque por el “acto destacado” de haber evitado liberar a 46 detenidos, informó el jefe de la Policía bonaerense.
“(Vidal) le dio la noticia de que ella iba y sus compañeros serán ascendidos al inmediato grado superior por un acto destacado”, sostuvo el comisario general Fabián Perroni en la puerta del sanatorio Fitz Roy, ubicado en Acevedo 865 del barrio porteño de Villa Crespo, donde la policía Alejandra Rocío Villarreal (25) continuaba internada.
Según el jefe de la Policía bonaerense, “la gobernadora se preocupó muchísimo por la salud de Rocío, quería charlar con ella, quería darle el apoyo y preguntarle qué necesita”.
Perroni contó que Vidal visitó unos minutos a la policía, quien estaba con su madre y su pareja.
“Rocío está consciente, habla, se acuerda de lo que pasó, está medicada y preocupada por recuperarse al cien por ciento”, resaltó el comisario general.
Para Perroni, lo que Rocío y los policías que estaban al momento del ataque hicieron fue un “acto destacado” al estar atentos en su trabajo a las 5 de la mañana y, a pesar de la violencia con la que entraron los asesinos, haber evitado que “tomaran la comisaría por asalto, los calabazos y que liberen a los 46 detenidos”.