Como sus antecesores, el Gobierno de Cambiemos defiende a sus integrantes de las acusaciones del periodismo y la oposición, y solo los desplaza cuando es imposible sostenerlos, como ocurrió con Valentín Díaz Gilligan. No sorprendió entonces que el oficialismo se haya abroquelado en resguardo
El Gobierno nacional de Mauricio Macri no pasa por su mejor momento. Al incremento de tarifas y la suba del dólar, se le sumaron denuncias contra funcionarios, lo que produjo que las fuerzas que integran Cambiemos reaccionaran de diversas maneras. La Coalición Cívica decidió optar una vez más por la crítica.
Fernando Sánchez, secretario de Fortalecimiento Institucional, consideró que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, “se equivocó” al contratar aviones privados para vuelos al interior del país, como reveló Perfil.
Dujovne antes había sido señalado por haber ingresado al blanqueo de capitales y luego por los curiosos gastos que realizó al frente de su cartera.
“¿Te podías ir en Aerolíneas? Tomate Aerolíneas. Cuesta un poco más, es un poco más plomo; pero sale más barato. O sea, que se equivocó”, juzgó Sánchez, que trabaja en Casa Rosada bajo la órbita de Jefatura de Gabinete.
El funcionario opinó que la acción que se le cuestiona a Dujovne no configura un “ilícito” pero advirtió que “hay que ser austeros y evaluar muy bien cuando uno decide por necesidad extrema tomarse un avión privado”.
Sánchez sin embargo relativizó las acusaciones: “No podemos comparar el uso de aviones privados, que si es excesivo es un problema y hay que corregirlo, con la compra de un Chocoarroz”. Y defendió al Gobierno al que la pobreza es “alta pero tiene una tendencia a la baja”, al igual que la inflación. “Eso hay que decirlo porque si no pensamos que las cosas no cambian”, indicó.