En las próximas semanas, los legisladores porteños deberán optar entre saldar una deuda que mantienen con los vecinos de la ciudad de Buenos Aires o seguir tapando agujeros para salir de apuros.
La deuda no es más ni menos que respetar la Constitución de la Ciudad y legislar en consecuencia. Es decir, no sólo cumplir los mandatos constitucionales, sino sancionar las normas que se establecen en la Carta Magna porteña.
Entre las muchas leyes pendientes, se pueden mencionar la Ley de Comunas -cuyo plazo de aprobación ha expirado en octubre de 2001-, la Ley de Partidos Políticos y la regulación de su financiamiento, el Código Electoral -hasta ahora se ha venido utilzando el nacional-, la Ley de Educación, la Ley de Puertos, y el Plan Urbano Ambiental, entre otras.
A ésto se suma el reclamo social de una renovación de los cargos electivos y de una urgente y profunda reforma política. En respuesta a las necesidades de la sociedad, se han presentado múltiples proyectos en la comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura porteña. Algunos de ellos apuntan a una reforma parcial de la Constitución porteña, con el único fin de establecer la caducidad de todos los cargos electivos en la Ciudad. Otros, en cambio, apuntan a una reforma política estructural que contemple, entre otros puntos, la eliminación de las listas sábana, la presentación de candidatos independientes, la duración y financiación de las campañas electorales y el financiamiento de los partidos políticos.
Entre los diputados que han presentado iniciativas tendientes a una reforma parcial de la Carta Magna se encuentran el ucedeísta Julio Crespo Campos; Luis García Conde y Fernando Finvarb del ARI; y el frepasista Marcelo Vensentini. Estos proyectos se suman al presentado por Aníbal Ibarra, aunque si especifican cual es la finalidad de la reforma: la caducidad de los mandatos de los integrantes de los tres poderes porteños.
En el mismo sentido, cabe mencionar también la propuesta elaborada por la diputada socialista Clori Yelicic, donde se establece, además, que la Convención Constituyente deberá reformar los artículos 68, 118 y 130 de la Constitución de la ciudad.
REFORMAS DE FONDO
Si bien el jefe de Gobierno porteño presentó una iniciativa para reformar el sistema electoral de la Ciudad y un proyecto de Código Electoral, las modificaciones al sistema electoral vigente (el nacional) que sugieren no son significativas. Razón por la cual, las propuestas de Ibarra han sido catalogadas por propios y ajenos al oficialismo, como "una cortina de humo".
De todas maneras, también se están analizando en la comisión, que preside el legislador radical Héctor "Tom" Constanzo, una serie de proyectos que responden a la convicción de que la caducidad de mandatos por sí misma no representará el cambio que la política necesita, y que la sociedad reclama.
Los legisladores que, hasta el momento, han presentado iniciativas impulsando la reforma política son: el justicialista Jorge Argüello, los belicistas Pimpi Colombo, Jorge Srur, Víctor Santa María y Silvia Gottero; el demócrata progresista Oscar Moscariello; los radicales Cristian Caram, Claudia Serio, y Jorge Enríquez; el demócrata Atilio Alimena; la humanista Lía Méndez; el frentegrandista Roque Bellomo y Pablo Caulier y Marta Oyhanarte del bloque Bases y Puntos de Partida.
Ahora sólo resta esperar qué decisión tomarán los legisladores porteños. Si se jugararán por todo, harán pactos salomónicos o le harán con esmero los deberes a Aníbal Ibarra.