Las medidas económicas causaron estupor en casi todos los bloques partidarios y la mayoría prefirió esperar a que pase el vendaval de los primeros tres días para ver cómo termina de reaccionar la gente. Sin embargo, muchos descuentan que la Ciudad de Buenos Aires sentirá el puñetazo de la recesión. Esto, según aseguran en Perú 130, va a complicar aún más el tratamiento de la Ley de presupuesto porteña, que debió ser retirada de la Legislatura ante la caída de la recaudación en un 18 por ciento.
ERROR DE CÁLCULO
Si bien la administración de Ibarra prometió tener listo el Presupuesto para el próximo 10 de diciembre, es probable que algunas complicaciones se presenten en el camino. "Creo que la recesión va a aumentar porque la gente no va a gastar, entonces no se podrán cobrar Ingresos Brutos que es la base fundamental de la recaudación", afirmó Raúl Puy. El legislador del ARI cree que la incertidumbre ha contagiado también a los funcionarios de Hacienda: "Hay que ver cual será la recaudación estimada de los economistas de Ibarra. Ahora bien, esta situación es entendible porque sería irresponsable presentar un presupuesto que no puedan cumplir".
Por otra parte, Puy no cree que la demora del presupuesto sea una solución traumática, ya que "si no se aprueba antes del 31 de diciembre se reconduce y se utiliza el presupuesto hasta votar el nuevo en enero, febrero o marzo". Esta acción, que demuestra la gravedad de la crisis, sobre todo en Buenos Aires, el distrito más rico de la Argentina, tendría su correlato en el Estado Nacional: "A nivel nacional se va a terminar reconduciendo y esto sucederá en muchas provincias".
EL MANDATO POPULAR
Varios legisladores entrelazan sus manos al cielo para rogar que "De la Rúa termine su mandato", pero sólo algunos creen que pueda hacerlo. Incluso hasta los que mostraron cierto acuerdo con las medidas, como Jorge Arguello (Bloque Justicialista), el problema es que "en Argentina no hay gobierno; no está el vértice de las decisiones políticas y ese es el gran drama, pero es el único gobierno que tenemos y debemos ayudarlo entre todos", asegura el legislador.
En ese mismo sentido, Marta Oyhanarte (Acción por la República) cree que el problema no es sólo económico, sino político: "Las medidas son buenas en un marco desfavorable, y lo son porque no hay liderazgo", dijo.
Pero algunos -de hecho- cuentan los minutos de este gobierno. Jorge Altamira (Partido Obrero) está convencido que la política económica colapsó y en las próximas horas, o días, puede colapsar también el gobierno: "La duda es si Cavallo arrastrará a De la Rúa, porque el hecho significativo es que se trata de una convocatoria de acreedores. Normalmente esto se hace para impedir una quiebra porque la empresa tiene viabilidad, pero está azotada por una serie de créditos que tiene que pagar -explica-, entonces los acreedores postergan el cobro y arman una recomposición del flujo de la empresa. Pero esta empresa que se llama Argentina no tiene flujo, por lo tanto, no se abre ninguna salida".
Por otra parte, Altamira lamentó a Noticias Urbanas que se haya reivindicado el planteo de convocar con urgencia a una asamblea constituyente a la que se le entregue el gobierno "para enfrentar todos estos problemas con un fuerte respaldo popular", sostuvo. "Se ha reivindicado la opinión política que tuve todo el año y que lejos de ser desmentida por los acontecimientos, aparece muy ratificada en el sentido de que esto es un colapso".
Raúl Puy (ARI) no sabe si el gobierno va a poder aguantar: "La gente dice que se eligió un vicepresidente del partido de la oposición, sumado con la situación económica, me parece más factible que haya elecciones anticipadas o la conformación de un nuevo gobierno". Es que para el legislador porteño, "si el pueblo repudia masivamente las medidas, como mínimo (en el gobierno) están obligados a cambiar de ministro de economía. Y si cambian a Cavallo el gobierno debería encontrar una salida institucional".
Desde la Izquierda Unida, Vilma Ripoll afirma que "las centrales sindicales deben romper la tregua e impulsar una lucha nacional para derrotar este modelo económico", ya que "si no caen este plan y este gobierno, sólo sobrevivirán los buitres de la banca y el FMI. Ripoll llamó a "terminar de verdad con la especulación y la entrega", y consideró que la única forma es "nacionalizar la banca y suspender de inmediato el pago de la deuda".
Paradójicamente, en una ideológica vereda de enfrente, Julio Crespo Campos (Ucede) asegura que "la gente desconfía de un gobierno que tiene una base política débil, pero eso ya lo sabía al momento de votarlos". Sin embargo, el diputado conservador afirmó que "todos hablan de un mal clima, pero el Gobierno logró ahorrar 3500 millones de pesos con el canje de deuda". Además, cree que el país no puede permitirse que De la Rúa no termine su mandato, porque "si no esto será el abismo ya que no hay una oposición seria y todos los partidos opositores están divididos internamente". Hasta pareció profético en su conclusión: "hay que llegar al 2003 aunque sea muertos"
DOLARIZACION AL DESCUBIERTO
Varios especialistas vaticinaron hace meses que estaba en marcha una dolarización para la Argentina y todos coincidían que esta opción política sería traumática. Pero el fin de semana, aunque el tema fue comentado por los medios, muy pocos centralizaron sus discursos editoriales en este sentido.
"Es que a esta altura del partido la dolarización no tiene importancia", admite Altamira, ya que "lo que se ha roto definitivamente la cadena de pagos. Esto es: si yo no quiero vender porque no quiero que me paguen con un depósito, no hay más transacciones comerciales".
Por su parte, Puy estima que las medidas son prácticamente la implementación de una dolarización, ya que las tasas se pagarán en dólares y no en pesos. Además, el legislador socialista no cree que se cumpla la profecía de los partidarios de la dolarización, en el sentido de que baje bruscamente el riesgo país, la bolsa aumente y la desocupación baje. "Si esto pasa, algo que dudo mucho, es probable que la gente tome esto como un nuevo sacrificio, pero otro que asume la gente y no los bancos o el sistema financiero".
TENGO UN PLAN
Muchos diputados porteños creen que las consecuencias de las medidas se harán sentir gravemente en la población. Incluso algunos, como Marta Oyhanarte, "hubiera preferido que estas medidas se tomaran en medio de un paquete y con más credibilidad".
"Evidentemente -dice Raúl Puy- las medidas son desesperadas porque salen para evitar una corrida". Sin embargo, descree que la solución sea "este congelamiento de los depósitos en plazo fijo, mucho menos la bancarización total de la economía y sobre todo el impedir que se cobre en efectivo los sueldos" dice, al tiempo que considera que "esto puede haber evitado una corrida en los bancos, pero no va a crear reactivación porque la gente no va a gastar, y no porque no quiera sino porque no tiene plata; es que de hecho temerá a perder el poco efectivo que tiene".
Vilma Ripoll consideró que "igual que los recortes y los ajustes, estas restricciones perjudican al pueblo trabajador y van a profundizar aún más la recesión y el desempleo". La legisladora de Izquierda Unida estimó que "el gobierno se queja de maniobras especulativas, pero la bancarización es otro negocio para los bancos y la única extracción que no restringen es el pago de la deuda externa".
Altamira fue terminante: "estamos hablando de una declaración de quiebra del sistema financiero. La solución de hacer una convocatoria de acreedores y bancarizar lleva a una inmediata paralización de la economía, porque nadie va a vender a cambio de un depósito bancario". Además, para el máximo dirigente del Partido Obrero, Cavallo y su equipo incurren en una miopía porque "suponen que el banco entra en quiebra porque la gente retira la plata y no que la gente hace esto porque los bancos entran en quiebra (…); presuponen que todo sigue igual, que todo el mundo acata las reglas cuando en el fondo las medidas que tomaron han creado una incertidumbre de si alguna vez los depósitos se van a poder retirar". Y ejemplificó: "Francamente, si yo en este momento fuera dueño de una casa, no la vendo porque me arriesgo a quedarme sin la casa. Es decir, el comprador me va a pagar 60 mil, 100 mil, 150 mil o 200 mil dólares, los va a depositar en el banco, pero yo no lo puedo retirar y tengo que confiar que puedo sacarlos en 90 días. ¡La vendo dentro de 90 días!".
Para Jorge Arguello la medida es "acertada pero imposible de aplicarla de la noche a la mañana", y es ahí donde para el legislador está el error. "En sí es conveniente por el alto índice de evasión y de economía informal que existe en la Argentina (…) pero en algunos países estuvieron dos años para promover la bancarización y el uso de las tarjetas de débito", recordó.
Julio Crespo Campos apoya decididamente la iniciativa del gobierno. El diputado ucedeísta reflexiona: "Los que están de mal humor son los que ganan más de mil pesos porque este sector trabaja demasiado en la economía informal, porque paga el servicio doméstico en negro, el jardinero en negro, los taxis y los remises en negro". De hecho, Creso Campos supone que el 50 por ciento de la economía argentina funciona en negro, porque "es el sistema mismo el que promueve el pago en negro".