El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sostuvo la necesidad de que Argentina se adecue a las “condiciones internacionales” y puntualizó que “el gradualismo es hijo de algo superior, que es el pragmatismo”, en referencia a las medidas económicas tomadas por el gobierno nacional las últimas semanas.
“El gradualismo es hijo del pragmatismo”, definió el ministro en un reportaje publicado hoy por el diario La Nación, donde puntualizó que el Gobierno “no está atado a ningún dogma” y, “si las condiciones internacionales cambian, debemos cambiar”.
“Hay algo más importante que el gradualismo. Esta gestión tiene un programa muy definido. Y el gradualismo es hijo de algo superior, que es el pragmatismo. Este es un gobierno pragmático que vio que en 2016, habiendo heredado desequilibrios, sabiendo del costo social de remover los controles de capitales y dejar flotar la moneda, era muy difícil avanzar rápido con lo fiscal hasta que no se restableciera el crecimiento”, relató.
En este sentido, agregó que, “en 2017, con la economía creciendo” el Gobierno logró “una baja del gasto público consolidado de 2 puntos del PBI y este año va a ser de casi 2,5 puntos”.
“Ahora que cambia el escenario internacional, cambiamos nuestras metas fiscales y nos adaptamos. No hay un dogma que nos impida movernos: si las condiciones internacionales cambian, debemos cambiar para seguir obteniendo resultados”, aseveró el titular de la cartera de Hacienda.
“Ahora no vamos para destapar una olla a presión” sino “de forma responsable”, definió el ministro.
En otro tramo de la entrevista, aseguró que el proyecto opositor de “congelamiento de tarifas” también contribuyó a la “volatilidad cambiaria”.
“Una parte puede estar al comienzo, otra de manera escalonada y, si no se necesitan, no se usan”, explicó.
Ante la pregunta de si, además de la reducción del déficit, habrá ‘más ajuste’, el funcionario dijo que “no nos podemos anticipar”.
“Ya tenemos una decisión de acelerar la convergencia hacia el equilibrio; no sabemos cuál es la visión del Fondo acerca del ritmo. Así como modificamos del 3,2 por ciento al 2,7 por ciento este año, vamos a ver cómo nos adaptamos en adelante”.
En referencia a la inflación y al nivel de actividad, Dujovne puntualizó que “es evidente que tasas de interés al 40 por ciento o un tipo de cambio real más depreciado impactan algo sobre el nivel de actividad y en la inflación”, y apuntó que “sería necio negarlo”.