El organismo de control porteño inauguró su nueva sede. La Auditoría General de la Ciudad (AGCBA), que funcionaba desde su puesta en marcha, en 1999, en un edificio alquilado en pleno microcentro porteño, tiene desde este lunes una nueva y cómoda sede en un edificio propio ubicado en el barrio de Balvanera.
Pasadas las 9:30 de la mañana de este lunes, la puerta del edificio se llenó de trabajadores de la casa y funcionarios porteños que se acercaron a participar del acto inaugural que estuvo encabezado por la presidenta de la Auditoría, Cecilia Segura y el jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad, Felipe Miguel.
“La semana pasada, uno de los trabajadores me dijo que para él la mudanza era como un nuevo comienzo. Y eso me hizo ver lo importante que era pensar esto como un momento de refundación de este organismo, sobre todo para los más jóvenes que están empezando a formarse en este oficio que es trabajar en las tareas de control de las políticas públicas”, dijo Segura, quien agregó: “Los sentimientos son muchos: orgullo por ser parte de este momento tan importante para el organismo; emoción por ver el fruto del esfuerzo colectivo; y mucho agradecimiento a los trabajadores que son el corazón de la Auditoría”.
La auditora general, Raquel Herrero, por su parte, manifestó su emoción y agradeció “la colaboración del Poder Ejecutivo en la figura del Jefe de Gabinete Felipe Miguel, del Ministro de Desarrollo Urbano, Franco Mocchia, y del Ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, que pusieron sus equipos a disposición para que hoy estemos aquí inaugurando este nuevo edificio, donde todos los trabajadores ganarán en calidad”.
“La inauguración del edificio propio marca un hito en el proceso de consolidación institucional de la Auditoría, ya que el hecho de contar con una sede propia refleja la jerarquía que la Constitución de la Ciudad le asigna como uno de los pilares del sistema democrático, además de brindarle a los trabajadores del control externo un espacio donde puedan generarse las mejores condiciones laborales posibles”, destacó, a su turno, la Auditora General Mariela Coletta.
“Cumplir una promesa es generar el respeto de los otros. Hemos cumplido con nuestro compromiso”, agregó el Auditor General, Jorge Garayalde. En igual sentido el auditor Vicente Rodríguez aseguró que el hecho de contar con un edificio propio va más allá del nuevo espacio físico: “Enmarco esta inauguración dentro de lo que considero un cambio cultural para el organismo. Estas nuevas instalaciones permitirán mejores condiciones para todos los trabajadores de la Auditoría, ya que contarán con espacios laborales más modernos y abiertos, y con una renovada tecnología”.
Hugo Vasques, otro de los integrantes del Colegio de Auditores también dejó sus puntos de vista: “La nuevas instalaciones representan un salto de calidad en la infraestructura de la AGCBA, que permite mejorar las condiciones de trabajo del personal. Es un orgullo para mí ser parte del Colegio de Auditores que, integrado por distintas fuerzas políticas, trabaja con un mismo objetivo: jerarquizar los procesos de control en la Ciudad”.
“Es una alegría y un enorme orgullo que podamos tener la casa propia, un lugar tan importante para el control de las políticas públicas de la ciudad como es la Auditoría. Un edificio muy grande, muy cómodo y mejor preparado tecnológicamente para poder realizar nuestro trabajo”, dijo en el cierre el también Auditor General Facundo Del Gaiso.
Por su parte, Vicente Rodríguez, uno de los auditores por el Pro, aseguró que el hecho de contar con un edificio propio va más allá del nuevo espacio físico: “Enmarco esta inauguración dentro de lo que considero un cambio cultural para el organismo. Estas nuevas instalaciones permitirán mejores condiciones para todos los trabajadores de la Auditoría, ya que contarán con espacios laborales más modernos y abiertos, y con una renovada tecnología. Esta nueva realidad alcanzada es un claro ejemplo de un trabajo mancomunado entre todos aquellos quienes integramos este cuerpo colegiado”, dijo Vicente.