Carlos Menem fue el personaje del día. Dio quórum temprano, acompañado de su hija Zulema; y volvió a las 3 de la mañana para votar y garantizar una mayoría.
Por su parte, el jefe de bloque del peronismo, Miguel Angel Pichetto, advirtió que el actual nivel de tarifas ya representa el 20 por ciento de los salarios y “está en el límite de tolerancia social”. Denunció que el gobierno “presionó fuerte” para evitar la sanción de la ley y se burló que “ahora reapareció el ministro Frigerio”, que “lo habían corrido los superpoderosos de la Jefatura de Gabinete”.
“El Gobierno habla como si estuviéramos con las tarifas del 2015, pero en estos dos años el gobierno de Macri aumentó el gas un 1157%, la electricidad un 371% y el agua un 484%”, denunció Pichetto y se quejó que el gobierno pague el BTU de gas “por encima del precio internacional”. “No se si eso es un acuerdo por los juicios en el CIADI, si no no se puede entender”, agregó.
Y como suele hacer, Pichetto volvió a cuestionar “las pavadas” que dice Durán Barba que impiden al gobierno comunicar sus actos y dificultades. “Este debate de las tarifas no lo empezamos nosotros, surgió de Carrió y el radicalismo y pretendían que el peronismo estuviera de espectador”, cerró el senador rionegrino.
La ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner habló 48 minutos a las 2 de la mañana, 18 por encima de lo estipulado. “Es mentira que se hayan eliminado los subsidios: se eliminaron los que financiaba el Tesoro Nacional, pero ahora son los ciudadanos los que están subsidiando la rentabilidad de las empresas”, denunció.
Se jactó del aumento de la oferta energética y de las líneas de altas tensión durante su presidencia y la de Kirchner (lo había detallado temprano el formoseño José Mayans) y le reprochó a Gabriela Michetti haber votado en contra de la estatización de YPF que el Congreso sancionó en 2012.
“Si no hubiéramos nacionalizado YPF, Vaca Muerta sería de Repsol. Y ahora el presidente se la pasa ahí como si fuera una empresa propia. Sólo es posible por el blindaje mediático que hay”, le reprochó.
Cristina también hizo hincapié en un tema repetido por toda la oposición y sin una explicación clara del oficialismo: el abultado valor del gas en boca de pozo, que llegaría a los 7 dólares por BTU cuando el precio internacional es 4 y aún menos en algunos países de la región, según Fernando “Pino” Solanas.