La convocatoria a las tomas la había lanzado la FUBA el último fin de semana. A eso se iban a sumar facultades e iban a comenzar el martes para presionar al Congreso para que de esa manera se aprobara la despenalización del aborto. Y así sucedió, las tomas ya comenzaron.
Hay al menos 11 colegios tomados por alumnos a favor del aborto legal. En la Ciudad hay otros 11 colegios que votaron en contra de la toma. Sin embargo, desde el Ministerio de Educación informaron que hasta el momento hay nueve escuelas tomadas (porque no contabilizan al Pellegrini y el Nacional Buenos Aires, que dependen de la UBA) y once que votaron en contra de la toma. Según explicaron, se suman a la medida: la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia, la Escuela de Cerámica N° 1, la Escuela Normal Superior N°1, la Escuela Normal Superior Numero 6, el Instituto De Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”, el colegio Mariano Moreno, la escuela Rodolfo Walsh, la Escuela Osvaldo Pugliese y la escuela Julio Cortázar.
La convocatoria a las tomas fue realizada por la Federación Universitaria de Buenos Aires (Fuba), la Coordinadora de Estudiantes Terciarios (CET), la Federación de la Universidad Nacional de las Artes (FUNA) y la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), que llamaron a una “gran huelga estudiantil”. Sumado al pedido de que se impulse y apruebe la ley de aborto seguro legal y gratuito, los estudiantes reclaman la implementación de la educación sexual integral en las escuelas.
Por su parte, la Ciudad asegauró que iba a implementar el protocolo antitomas.
El protocolo fue una respuesta a la pulseada del año anterior, cuando 29 colegios porteños se mantuvieron en paro durante septiembre en rechazo de la reforma del secundario, que incluye implementar prácticas educativas en 5º año en empresas privadas, ONG y organismos estatales desde este año. En ese entonces, desde el ministerio de Educación dijeron que las tomas eran “absolutamente políticas” y apoyadas por legisladores del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), del kirchnerismo y de sectores vinculados al gremio docente UTE-Ctera.