Este martes era un día clave y el Gobierno esperaba el encuentro con la CGT para aislar a Hugo Moyano y desactivar el posible paro del jueves. Sin embargo, la reunión programada para las 11 se cayó por pedido de la CGT, que finalmente convocó a un paro para el lunes 25 de junio.
Este será general, de 24 horas y sin movilización.
Según había trascendido, los sindicalistas tenían previsto insitir en sus cinco pedidos concretos, pero además tenían planeado avanzar en la discusión de otros dos puntos: frenar las importaciones y proyeteger a las pyumes. Para no adherir al paro, la cúpula cegetista ya pidió reabrir las paritarias, recibir fondos adeudados de las obras sociales, eximir el medio aguinaldo de junio del pago de Ganancias, retirar el proyecto de ley de reforma laboral y frenar los despidos con una norma.
Con la intención de desactivar la medida de fuerza, a la que hoy mismo se suman las dos CTA y decenas de gremios enrolados en la Corriente Federal, el Gobierno ya ofreció hasta $ 6.000 millones para las obras sociales y oficializó por decreto un aumento de 5% en todas las paritarias que cerraron por 15%. La última carta que se iba a jugar el Gobierno era quitar Ganancias del aguinaldo, pero el costo fiscal de esa medida habría echo replantearse la oferta.