El vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, recorrió el viernes por la tarde la nueva planta donde se fabrican, con material recuperado en los puntos verdes, campanas verdes y puerta a puerta, las baldosas que se colocan en las veredas porteñas.
“Queremos hacer una Ciudad más sustentable, una Ciudad que recicla y recupera sus residuos”, expresó Santilli, quien estuvo acompañado por el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli.
La Ciudad genera más de 6.700 toneladas de residuos diarios, y más de la mitad de ese total recibe tratamiento y es recuperado. La nueva fábrica produce todos los días, de manera automatizada, entre 800 y 1.000 baldosas de 64 panes (40×40 centímetros).
Además, el vicejefe de Gobierno porteño destacó el hecho de “avanzar en el cumplimiento de tener 130.000 veredas arregladas para el 2019” para que “pueden recorrerlas las mamás con cochecitos, los chicos, los adultos mayores y todos los porteños”.
A su vez, remarcó la importancia de “hacerlo nosotros”, con poner en valor a “los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires”, quienes también contribuyen a realizar veredas “de altísima calidad que nadie tienen que envidiarle al sector privado”.
En el proceso de producción, la materia prima más utilizada es la arena silícea, que supone el 40% del peso total de la baldosa.
Con la utilización del vidrio triturado, material presente en varios componentes reciclados como aparatos eléctricos y electrónicos, puede sustituirse en un 10% la utilización de arena.
En el proceso de pulido de baldosas, los cepillos pulidores necesitan 32.000 litros de agua diarios para no rayar el material de trabajo. Es por ello que dentro de la planta se construyó una pileta decantadora de sedimentos que, junto a un sistema de tubos y filtros, permite limpiar el agua utilizada, de manera que pueda ser reutilizada constantemente.
Por otro lado, Macchiavelli señaló que “estas baldosas contienen vidrio recuperado por los recuperadores urbanos y también material de residuos electrónicos que se tritura”.
“Así estamos consiguiendo un doble efecto positivo: producir baldosas hasta un 40% más baratas que las que se venden en el mercado y reducir el entierro de basura”, apuntó el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.
La recuperación del material reciclado se relaciona con la economía circular y la sustentabilidad. El objetivo es que el valor de los productos, materiales y recursos utilizados se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos.
El reciclado de los Residuos de Aparatos Eléctricos o Electrónicos (RAEE), que pueden ser celulares, computadoras, electrodomésticos y herramientas, tiene un doble impacto positivo. Por un lado permite recuperar materiales como el silicio, plásticos, oro, plata y cobre, entre otros, que son cada vez más escasos; y por el otro se reduce el efecto que estos residuos producen en el ambiente al degradarse sobre napas y suelos de basurales.
En la Argentina se generan 292.000 toneladas de RAEE por año.
La Ciudad, por su parte, produce 20.000 toneladas anuales, lo que equivale a 7 kilogramos de residuo por vecino al año.