En un marco de respeto por las diferencias -algo que no es común ver en el recinto de la Legislatura porteña por estos días- los diputados sancionaron por 38 afirmativos y 10 negativos el convenio que la Nación y la Ciudad firmaron para el traspaso a la Ciudad del predio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y la construcción del Museo de la Memoria.
A favor votaron las ibarristas Laura Moresi, Alicia Caruso y Sandra Dosch; los kirchneristas Diego Kravetz, Miguel Talento, Ana Suppa, Silvia La Ruffa, Claudio Ferreño, Marta Talotti (del Frente para la Victoria), Ariel Schifrin y Milcíades Peña (de Confluencia); Jorge Giorno, Carlos Ameijeiras, Julio De Giovanni, Marina Pérez (todos del Partido de la Ciudad), Mónica Bianchi (Autonomía Popular), Noemí Oliveto, Daniel Betti, Héctor Bidonde, Susana Etchegoyen, Sergio Molina, Daniel Vega (por Autodeterminación y Libertad), Fernando Melillo, Fernando Cantero (ambos del ARI), Roy Cortina, Norberto La Porta (los dos del PS), Tomás y Rubén Devoto (Movimiento por un Pueblo Libre), Mirta Onega (Compromiso Social) y María Eugenia Estenssoro y Juan Manuel Velasco (Bloque Plural). También los macristas Gabriela Michetti, Dora Mouzo, María Soledad Acuña, Alicia Bello, Rodrigo Herrera Bravo, Marcos Peña, Diego Santilli y María Florencia Polimeni.
En contra votaron Paula Bertol, Martín Borrelli, Ricardo Busacca, Santiago de Estrada, Jorge Enríquez, Marcelo Godoy, Álvaro González, Juan Carlos Lynch, Silvia Majdalani y Mario Morando, todos del macrismo.
La mayoría de los diputados del bloque Frente Compromiso para el Cambio que votaron a favor, lo hicieron de acuerdo con el traspaso y la construcción del Museo de la Memoria, pero mantuvieron sus reservas en relación a que éste ocupe la totalidad del predio.
Luego de un extenso debate -y en presencia de numerosos organismos de Derechos Humanos y de autoridades de las instituciones educativas que funcionan en el predio de Esma- triunfó el despacho de mayoría de las Comisiones de Derechos Humanos y Relaciones Interjurisdiccionales, avalado por el kirchnerismo, el ibarrismo y la izquierda, que contemplaba la ratificación del acuerdo.
El dictamen contó con tres observaciones del macrismo: una de Ricardo Busacca, que pedía el archivo del expediente; otra de Martín Borrelli, que planteaba la vuelta del proyecto comisión para su estudio y la incorporación en el debate de las comisiones de Presupuesto y Planeamiento Urbano, y la última de Gabriela Michetti y Marcelo Godoy, que concluía proponiendo un proyecto redactado por Rodrigo Herrera Bravo, que contemplaba el mantenimiento en el predio de espacios destinados a la cultura y la educación.
El primer orador fue el vicepresidente segundo de la Legislatura, el kirchnerista Miguel "Pancho" Talento, quien expresó: "Debemos recordar la debilidad de nuestras instituciones durante el terrorismo de Estado. Es por esta situación histórica inédita que se ha querido que la ESMA fuera dedicada integralmente a ser un espacio de la memoria y que se apruebe este convenio en los términos que fue firmado por el presidente y por el jefe de Gobierno".
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Noemí Oliveto (Autodeterminación y Libertad), afirmó: "Sería muy importante que se aprobara hoy este convenio. Ha habido una lucha de 26 años de los argentinos y, aunque no se van a recuperar a los desaparecidos, sí se puede honrar su memoria. Por eso, además, considero que no se puede fragmentar la ESMA. Es como si se dijera que de Auschwitz sólo se usó una manzana para ejecutar a los judíos".
El presidente de la Comisión de Relaciones Interjurisdiccionales, Rodrigo Herrera Bravo, aseguró que "en definitiva se trata de que la Ciudad, y con ello decimos todos sus vecinos, recuperemos el predio de la ESMA. Que todos, y no sólo quienes piensan de uno u otro modo, podamos recuperar nuestra historia y preparar nuestro futuro en un marco de respeto y tolerancia que, está visto, nos cuesta tanto construir. En un lugar donde imperó tanta muerte, brindemos por la vida".
La ibarrista Alicia Caruso, presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, aseguró que "más allá de las maniobras de la oposición por obstaculizar la aprobación del convenio, esta Legislatura porteña estará a la altura de las circunstancias y sancionará este acuerdo que permitirá reivindicar la memoria de los argentinos".
El diputado Marcelo Godoy (Compromiso para el Cambio), quien presentó en marzo el primer proyecto sobre el tema, manifestó su disidencia con los despachos tratados en el recinto: "La dirigencia política debería preservar los institutos de estudios vinculados con la actividad naval y marítima, de carácter civil y militar, que funcionan hoy en el espacio de la ESMA".
Por su parte, el macrista Mario Morando reclamó que el convenio debería haber pasado por el Congreso Nacional porque "la memoria es de todos". Además sostuvo: "Mi oposición no se fundamenta en si debe ser chico o grande, cuadrado o redondo el Museo de la Memoria, ni tampoco en si deben estar o no las instituciones educativas que ahí funcionan; sólo quiero señalar que este convenio implica una erogación de dinero por parte de la Ciudad y no está definido cuánto es. Los vecinos de la Ciudad no me votaron para que autorice una partida presupuestaria indefinida por más que el motivo sea más que válido".
Luego de la sanción en general de la norma, y a instancias de la diputada macrista María Florencia Polimeni, se realizó un minuto de silencio por los 30.000 desaparecidos. Por último, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. La emoción y las lágrimas estuvieron a la orden del día.