La Justicia porteña procesó sin prisión preventiva a Martín Facundo Sensón, de 32 años, uno de los denominados taxistas “caza Uber”, por los delitos de lesiones leves, daños y coacción.
La medida se da en el marco de una creciente ola de ataques y escraches de taxis de la Ciudad contra los de la App de Uber, que ya escaló a niveles que rozan el delirio: en los últimos fines de semana, los taxistas se “agrupan” y “salen a cazar” Uber, entendido como arruinarles el vehículo a los trabajadores, asustar pasajeros y violentas palizas a los choferes de la App reconocida a nivel mundial.
Sensón está acusado de atacar en la madrugada del 9 de septiembre de 2017 a un auto de la empresa Cabify que circulaba por avenida Córdoba, entre Serrano y Thames, en Palermo. Según el fallo, el móvil fue interceptado por un Corsa conducido por el imputado, quien “descendió del mismo y llevando en su mano un elemento metálico tipo manopla lo golpeó en el rostro del lado izquierdo de la sien, causándole lesiones leves”.
Luego de agredirlo, lo amenazó: “Te vamos a hacer mierda. Ya sabemos quién sos. Te tenemos re-calado hijo de puta). Ya sabemos quién sos y conocemos tu auto. Te vamos a hacer mierda el auto hijo de puta. Te vamos a matar”. Ante esto, el juez nacional en lo Criminal y Correccional Guillermo Carvajal resolvió procesar al taxista y embargarlo por 100 mil pesos.
Desde hace meses, el conflicto entre Uber y Cabify con los taxistas dejó los Tribunales porteños y se mudó a la calle en lo que es una creciente ola de violencia. Hace unas semanas, una pasajera denunció que viajó en un auto Cabify cuando un taxista disparó con un aire comprimido contra el coche y rompió los vidrios. Ninguno resultó herido y, según denunció la joven, el conductor no quiso hacer la denuncia por temor.
Unos días antes, otra mujer denunció que un taxista disparó una bala de goma contra el auto Cabify en el que viajaba su hijo de diez años. Según contó la madre, Verónica Cheja, el hecho sucedió cuando el nene, junto a su niñera, se encontraba dentro del vehículo en la esquina de las avenidas Libertador y Pueyrredón.
El último caso ocurrió hace unos días en pleno barrio porteño de Palermo. La joven socióloga y hermana de la actriz Calu Rivero se dirigía hacia Belgrano cuando a la altura de la esquina de la calle Gorriti y la avenida Juan B. Justo escuchó un impacto en la luneta.
“Estábamos frenados en el semáforo. Fue a la 21:45 más o menos. Cuando estábamos por dar el giro (Juan B. Justo) sentimos un ruido muy fuerte. Como si alguien hubiera pegado un palazo. Me di vuelta y el vidrio del Cabify estaba todo estallado. Le pregunté al chofer qué había pasado y vimos ahí cómo el taxista que estaba atrás acelera y sigue por Gorriti. El hombre me dice ‘nos acaban de disparar con un arma de aire comprimido’“, relató.
Uber cuenta con una sentencia firme en su contra que indica que su servicio es ilegal dado que viola la Ley de Transporte de la Ciudad y por ende determina la clausura del mismo. En ese sentido, Boeri explicó: “La única manera de probar la violación de clausura de Uber es con la contravención que realizan los choferes”.
Cabify, a diferencia de Uber, ofrece remises en lugar de taxis o autos particulares, y apunta a un segmento premium y empresarial. El servicio es más caro pero legal. Su App permite elegir entre el tipo de vehículo (Lite o Executive) si se quiere escuchar música o si prefiere que el auto llegue con el aire acondicionado prendido.
La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad revocó el bloqueo a Uber y a su página web en todo el país, ordenado en febrero por la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas. El máximo tribunal argumentó que la medida lesiona “innecesaria y desproporcionadamente” el derecho de acceso e intercambio de información, entre otros.