El Bloque del Sur, compuesto por los diputados Héctor Bidonde, Sergio Molina y Daniel Betti, pidió el archivo del expediente enviado por el Ejecutivo porteño para ampliar el presupuesto. Y presentó un proyecto de ley alternativo para crear un Fondo Popular Solidario en la Emergencia. En la misma iniciativa, los ex zamoristas solicitaron también la derogación del decreto Nº 2368/03, por el cual Aníbal Ibarra creó el Fondo Anticíclico, destinado a ahorrar parte del excedente fiscal para solventar inversiones en tiempos de crisis.
El Fondo Popular Solidario propuesto por el Bloque del Sur deberá destinarse, según su proyecto, a "atender la grave emergencia social que viven los habitantes de la Ciudad". Estas sumas tendrán que priorizar "las políticas destinadas a atender el hambre, la pobreza e indigencia, la falta de vivienda, los salarios públicos, la deficiente atención sanitaria y la crisis actual de la educación pública porteña". La iniciativa también prevé que este fondo, compuesto por los excedentes de cada ejercicio presupuestario, se distribuya entre las comunas, donde se decidirá su destino final.
"Hasta tanto no estén reglamentadas las comunas se articulará un proceso de decisión participativo con los vecinos de la Ciudad para decidir el destino del Fondo. Este proceso será complementario al proceso de discusión sobre las comunas que tendrá la Ciudad", señala la propuesta. También se planea destinar el 3 por ciento de los recursos anuales acumulados en el Fondo Solidario Popular para la difusión y realización de las diferentes instancias de participación. Además, se promueve un régimen para la contratación de empresas sociales de bienes y servicios con los recursos que pertenezcan a este fondo.
Para el Bloque del Sur, "la propuesta del oficialismo, donde la mayor parte del excedente se destina al Fondo Anticíclico, responde a la concepción neoliberal simplista según la cual obtener un superávit fiscal significativo es sinónimo de una buena gestión del Estado"; mientras que la idea del macrismo, de rebajar los impuestos de ABL y patente automotor, "surge de la artillería teórica económica neoliberal de disminuir lo público respecto de lo privado". "Según esta lógica -añaden los legisladores del Bloque del Sur- se observa al gasto público como una fuerza distorsiva del sistema económico que no permite que se alcance el equilibrio en el largo plazo. Estas afirmaciones carecen de sustento empírico, y se ha demostrado que su aplicación en nuestro país (Consenso de Washington, ajustes ortodoxos, FMI), con mayor fuerza a partir de 1976, han devastado la riqueza nacional, producto del trabajo de millones, y sumido en la pobreza a más de la mitad de la población".