La iniciativa fue uno de los principales ejes de la gestión del intendente de Lanús, Néstor Grindetti: hacer más cloacas para los vecinos. Y por eso fue el propio jefe comunakl quien puso en marcha un ambión plan para llevar adelante esa iniciativa. Ahora también se suma la ayuda del Gobierno nacional. El Gobierno Nacional inició la segunda etapa de conexión intradomiciliaria de cloacas en el barrio San José Obrero del municipio bonaerense que beneficiará a unos 1900 vecinos.
El proyecto San José Obrero está enmarcado en el Programa Mejoramiento de las Condiciones de Habitabilidad (PMCH) y coordinado y financiado por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
La primera etapa del plan concluyó en mayo último y permitió que 200 familias se incorporaran a la red cloacal que desemboca en la Planta Depuradora de Efluentes Líquidos Cloacales de AySA, inaugurada en 2016.
El secretario de Vivienda de la Nación Iván Kerr, junto a la titular de ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), Dorina Bonetti, firmaron el acta para llevar a cabo las obras.
Kerr destacó que “este es un gran proyecto al cual le queremos dar la relevancia que se merece porque les mejora totalmente la calidad de vida a los vecinos en su propia vivienda”.
“Esto implica que no tienen la necesidad de realizar el proceso de relocalización que conlleva una readaptación a otro nuevo espacio y la construcción de nuevos tejidos sociales que ya están forjados acá en el barrio”, dijo.
Por su parte, Bonetti señaló que la conexión al servicio “es un proceso importante para los vecinos de Lanús”.
“Cuando llegamos nos enfrentamos a un municipio que tenía un porcentaje de conexión muy bajo a la red de cloacas. Estas obras ayudan a mejorar la calidad de vida de la gente y a cumplir con nuestro objetivo de dejar de contaminar el río Matanza Riachuelo”, añadió.
Gran parte de las viviendas no tenían conexión formal e implementaban soluciones alternativas, ya sea mediante pozos negros de infiltración a la napa freática, con la consecuente contaminación del suelo y las aguas subterráneas, o bien volcando a las redes de desagües pluviales existentes aportando contaminación al río Matanza Riachuelo.
Según cálculos de ACUMAR, con el aporte de datos de AYSA, la mitad de la población estimada de la Cuenca no cuenta con acceso al servicio.