Todo cambia. Esa frase podría definir lo que terminó de decidir el presidente Mauricio Macri sobre cómo se reparte el ajuste de 300 mil millones que deberá hacer la Nación y las provincias. El tema es: quién se hace cargo de la parte más grande y los mandatarios provinciales tratan de pelear por ajustar lo menos posible.
En principio ya parece haber ganadores y perdedores. María Eugenia Vidal (Provincia de Buenos Aires) y Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad) salieron mejor parados que otros. Pero el dato a tener en cuenta, es que Macri redefinió como será el ajuste días antes de la llegada, el sábado, de la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Vidal y Larreta ganaron porque pusieron límites, y no fue por caprichosos. Después de Macri son los candidatos fuertes de Cambiemos para el 2019 y por eso el ajuste no puede ser desmedido en los distritos que gobiernan.
Vidal puso el límite y dijo que hasta $23.000 millones podía ajustar, más no. Similar fue el caso de Larreta, quien dijo que estaba en condiciones de absorber hasta $10.000 millones del ajuste.
Por su parte, el peronismo, o sea las provincias que gobierna, dijo que no iba a aprobar el recorte de $80.000 millones para el resto de las provincias.
La nueva propuesta consiste en que la Nación se haga cargo del 66,7% del ajuste, unos $200.000 millones y que el 33,3% restante sea distribuido entre las provincias.
Bajo la nueva propuesta, las provincias y la Ciudad deberán absorber 100 mil millones de pesos, un 28,5% menos que en el escenario original delineado por el ministro de Finanzas, Nicolás Dujovne. Y la distribución del ajuste se realizaría según los números de la coparticipación federal de impuestos. Se trata de los impuestos que recauda la Nación más las contribuciones a la seguridad social.
A partir de esos datos, desde el ministerio de Hacienda se empieza a detallar los sectores en donde se debe recortar. Habrá recortes en las obras públicas que la Nación lleva a cabo en las provincias. La postura de los gobernadores será calve para determinar hasta donde llega ese recorte, aunque en algunos casos no habrá posibilidad de tanta discusión.
De esa manera, las provincias deberán ajustar un porcentaje similar a lo que cobrarán por la ley de coparticipación. Como ejemplo, Córdoba, $8100 millones; Entre Ríos, $4300 millones, y Mendoza, $3800 millones. En lo que va del año, los envíos automáticos derivados de la coparticipación federal de impuestos alcanzaron los $20.997 millones, lo que significó un alza de 12,5% respecto de la primera quincena de julio último.
A cargo de la relación con los gobernadores, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio agregó: ” Es un inmenso desafío equilibrar las cuentas de un Estado que heredamos desmantelado. Necesitamos el esfuerzo de todos para retomar el camino del crecimiento y el desarrollo económico. Ese es nuestro norte”.
Dujovne buscará avanzar en el recorte de partidas. Cuando las dependencias estatales se queden sin partidas a ejecutar más que los sueldos, pasarían a convertirse en cáscaras vacías. Así se identificarían, tentativamente, las áreas a fusionar y se avanzaría con la reestructuración del organigrama del Estado nacional.
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