La situación es complicada, más si se tiene en cuenta la crisis económica que atraviesa el país. Y a eso se suma una nueva preocupación. Los empresarios ya empiezan a reconocer el impacto que tendrá el escándalo de los cuadernos de las coimas que se pagaron durante los gobiernos kirchneristas en la actividad económico y particularmente en la obra pública. Así lo reconoció el presidente de la Unión Industrial (UIA), Miguel Acevedo, en un encuentro en Córdoba.
“Estoy muy preocupado y convencido de que puede impactar, ya pasó en el Lava Jato, aunque haya diferencias; venimos soportando tres años de caída de actividad en Brasil”, le dijo el directivo al diario La Nación en la provincia mediterránea. Cree que en el país puede suceder lo mismo.
“Ahora quién va a poner planta en (los programas de) Participación Pública Privada (PPP); quién va a dar garantías. Todo el sector está sospechado y eso significa que todo lo que se mueve alrededor sufrirá”, sostuvo el lunes a la noche el dirigente, en la cena previa al 11º Coloquio de la Unión Industrial local (UIC) que se desarrollará este martes bajo el lema “la nueva generación industrial”.
En la causa de los cuadernos que llevaba Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, el número dos de Julio De Vido, ya hay tres empresarios arrepentidos: el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra (ex IECSA), Juan Carlos de Goycoechea (exIsolux), y Javier Sánchez Caballero (exIECSA)