La Justicia acumula pruebas y testimonios en la investigación de los cuadernos de las coimas, que ya tiene al menos 13 arrepentidos entre empresarios y exfuncionarios. Ahora se suma el financista Ernesto Clarens, el histórico financista de la familia Kirchner en Santa Cruz.
Así, declara en los tribunales federales de Comodoro Py en el caso iniciado a partir de las revelaciones de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta. Clarens fue mencionado por algunos empresarios como el receptor de los bolsos con coimas en pesos que se le pagaban a ex funcionarios del gobierno kirchnerista.
En las próximas horas será indagado por el juez del caso, Claudio Bonadio. Fuentes de la investigación consultadas por Infobae no pudieron precisar si Clarens declarará en calidad de arrepentido o como un imputado más.
No es el primer caso judicial que salpica a este empresario. De hecho, Clarens es considerado por la Justicia como una pieza clave dentro del sistema de lavado de dinero que tuvo como cara visible al empresario santacruceño Lázaro Báez.
Imputado en la causa que investiga la fuga de miles de millones de pesos destinados a la obra pública mediante empresas del constructor patagónico, a Clarens le adjudican ser el cerebro detrás de la construcción del entramado ilegal que era utilizado para blanquear los billetes.
Durante el esplendor del kirchnerismo estuvo estrechamente vinculado al ex presidente Néstor Kirchner. Tal es así, que en la City decían irónicamente que el nombre de su financiera, Invernes, respondía a “Inversiones Néstor”.