EL titular de Lotería Nacional, Leandro Alciati, estaría regresando de apuro al país tras la denuncia de la legisladora Alicia Castro, quien asegura que el 7nde septiembre pasado la entidad que preside este cordobés -amigo del ministro de Interior Ramón Mestre y ex presidente de Lotería de Córdoba- , habría firmado una resolución secreta para otorgar en forma directa unas 4.000 máquinas tragamonedas al propietario de 5 bingos porteños.
En la ciudad de Buenos Aires está prohibida la instalación de esas máquinas, mientras que los bingos se mantendrán hasta que terminen su concesión, pero además la denuncia hace referencia al acto presuntamente irregular de haber beneficiado a Manuel Lacquaniti, dueño de los bingos Congreso, Caballito, Flores, Lavalle y otros con el reparto de las tragaperras.
Además, en la presentación ante los tribunales, se asegura que las máquinas, cuyo valor rondaría $40 millones, habrían sido traidas al país en febrero pasado, tres meses antes de que Fernando de la Rúa firmara el decreto que autoriza su colocación en el país.
A raiz del dictado de esa norma los legisladores porteños se enfrentaron duramente con el gobierno nacional al considerar que desconocía la ley 538 que regula los juegos de azar en la ciudad y sancionaron otra norma haciendo referencia específicamente a las tragamonedas.
Según los abogados que asesoran a la azafata Alicia Castro, las máquinas estuvieron escondidas en el Bingo Lavalle y luegro habrían sido trasladadas a un depósito en la ciudad de Buenos Aires, mientras se entrenan a los empleados de Lotería para que aprendan su manejo. Esa práctica la estarín realizando en bingos de la provincia de Buenos Aires del mismo porpietario de las salas porteñas.