Hacienda, con Nicolás Dujovne confirmado, absorberá Energía, cuyo titular hoy es Javier Iguacel. Producción, a cargo de Dante Sica, integrará una cartera con Trabajo y Agroindustria. Jorge Triaca se mantendría al frente del área laboral. Luis Miguel Etchevehere, en cambio, daría un paso al costado ante el recorte de poder. También podría sumarse acá el área de Turismo que conduce Santos.
El domingo a la noche se barajaba la posibilidad de una fusión de Desarrollo Social aunque no estaba confirmada. Finalmente se confirmó. El área de Carolina Stanley incorporará el sector de Seguridad Social (ANSeS). Salud hoy está bajo el mando de Adolfo Rubinstein pero podría ser secretario de Estado, por debajo de Stanley en una medida arriesgada.
Transporte, con Guillermo Dietrich, seguiría como uno de los ministerios fijos.
Interior, comandado por Rogelio Frigerio, quedará fortalecido ante tantos cambios.
Educación, conducido por Alejandro Finocchiaro, sumará las áreas de Cultura y Ciencia y Tecnología. Pablo Avelluto continuará en Cultura pero como secretaría. Lino Barañao pasa a ser secretario de Ciencia y Tecnología.
Seguridad continuará como un ministerio independiente, con Patricia Bullrich. Justicia también seguiría igual que ahora, con Germán Garavano a la cabeza y el canciller Faurie increíblemente llegaría hasta el G 20. Pero para ello hay que esperar unos días.
Defensa continuaría -por ahora- como ministerio independiente, con Oscar Aguad.
La Jefatura de Gabinete absorberá Medio Ambiente, Modernización y Medios. Allí ganaría peso Andrés Ibarra, que pasaría a ser vicejefe de gabinete.
Pero nada de esto será definitivo. El nuevo acuerdo con el Fondo le da el tiempo necesario al Presidente para redefinir correctamente sus alianzas y los lugares que por apuro hoy quedaron así tras muchísimas elucubraciones.
Triaca, Avellutto y Rubinstein ya habían aceptado aceptado ser secretarios de Estado.