Desde hace uno meses la suba de los combustibles es algo que parece no tener límite. Si además, se toma en cuenta que el aumento de los combustibles rebota en la cadena de precios, la situación se torna aún más complicada.
A partir de este martes, YPF aumentó los precios de sus naftas un 9,5% en el área metropolitana (Capital Federal y Gran Buenos Aires) y un 8,5% en el resto del territorio nacional.
Por su parte, Axion también ajustó entre un 10% y un 12%, en sintonía con el incremento que ya había hecho Shell el sábado. El litro de nafta súper costará $33,48; la premium, $40,58; el gasoil, $29,38, y el gasoil euro, $35,58.
Con esta suba, en las estaciones de servicio de YPF, que es la líder del mercado, con el 55% de participación, el litro de súper pasó, en la Capital Federal, de $30,34 a $33,23; el de nafta premium, de $36,42 a $39,88; el de diésel, de $26,38 a $28,89, y el de Infinia diésel, de $31,65 a $34,65.
En el caso de Shell, el ajuste también se produjo el sábado y fue aún más pronunciado porque incluyó parte del impacto de la devaluación y del alza del petróleo. De esta manera, el litro de súper pasó de $30,28 a $33,91 (12% de suba); el litro de nafta premium de $36,95 a $40,99 (10,9%); el de diésel, de $27,26 a $30,53 (12%), y el de diésel premium, de $32,73 a $36,66 (12%).
Los precios de la nafta y del resto de los combustibles se encuentran liberados desde fines del año pasado, cuando el Ministerio de Energía dejó sin efecto un esquema de aumentos escalonados.