La jefa del Bloque Peronista anticipó a Noticias Urbanas las medidas que promueve la oposición para paliar la crisis económica y el contexto inflacionario. Admite que ya se están tejiendo alianzas para las elecciones del año que viene, pero esquiva definiciones de nombres. Mientras elogia el desempeño del Instituto de la Vivienda en la urbanización de villas, desliza críticas a los trabajos en la 31 y cree que deberían quedar bajo la misma órbita.
–¿Cree que el Gobierno nacional está manejando bien la crisis económica?
–Evidentemente no, porque esta devino en una crisis política. Todas las acciones de política monetaria y financiera de los últimos meses fueron erróneas, incluso las que emitieron los mismos ministros. Funcionaron en sentido contrario al deseado.
–¿Por qué?
–Lo dije al principio de la gestión de Macri a nivel nacional, y mis dichos, a lo largo de estos dos años y medio, se reafirman: este es un gobierno con intereses contrapuestos al interés general de la Nación. Son varios los miembros del gabinete que actúan en este sentido, y esto hace muy difícil que se pueda gobernar para todos. Además, no hay un modelo, un proyecto. Lo que se pueda pensar como conjunto, lo que se puede intuir en líneas generales, es que el Gobierno siempre recibe influencias de parte de estos intereses sectoriales. Un claro ejemplo fue la liberalización del precio de la nafta, hace casi dos años. Macri hizo el anuncio y dijo que los valores iban a bajar. Pero pasó todo lo contrario. Y ahora piden un aumento, porque el valor de la nafta es en dólares y el dólar aumenta. Todo es una cadena.
–El Gobierno de la Ciudad se endeudó con varios organismos internacionales en dólares. ¿Cómo lo afecta la fuerte suba de la divisa?
–El proyecto de toma de deuda de la administración financiera de la Ciudad es prolijo, a diferencia del Estado nacional. La Ciudad está en condiciones de endeudarse, tomó inteligentemente deuda barata y ha ido pasando la deuda de dólares a pesos. Mi cuestionamiento no es financiero, sino netamente de gestión. Lo que no vemos es a dónde va el producto de ese endeudamiento. Pongamos como ejemplo las leyes que se sacaron para financiar la urbanización de la Villa 31. La urbanización se está financiando con toma de deuda, con recursos propios, con recursos del presupuesto nacional y con venta de tierras. Pero se ve un nivel de conflictividad social creciente en la villa. Esta semana hubo una marcha y se reprimió. No se ve la inversión. Entonces, nosotros solicitamos un informe completo de la deuda tomada por la Ciudad, para que detalle también en qué se invirtió. Hicimos el pedido en distintos ámbitos y seguimos sin conseguir respuesta.
–¿Por qué no hay respuesta?
–A mí me parece que el motivo es la falta de planificación integral. En la Ciudad se hicieron y se hacen urbanizaciones y relocalizaciones por medio del IVC, y al respecto no tenemos reportes de denuncias. En el caso de la Villa 20, por ejemplo, aparentemente todo se está desarrollando en forma óptima. Pasa lo contrario en el caso de la Villa 31, donde se denuncia el uso de materiales deficientes, irregularidades, falta de participación de los vecinos y medidas que actúan de forma contraria a sus voluntades. El motivo, según mi entender, es que el proyecto no está bajo la órbita del IVC. Si vos tenés una estructura que tiene una experiencia y se ocupa específicamente de la urbanización y lo hace eficientemente, lo deseable es que ese grupo se ocupe de esa política en particular. No hay necesidad de armar un equipo ad hoc para administrar un proyecto que tiene las mismas características y encima no avanza. Todos los reportes de los vecinos van en el sentido de falta de diálogo, de participación, por materiales deficientes, actividades inconsultas, iniciativas inconsultas. Estuve en la 31 recientemente y volveremos para verificar las irregularidades que los vecinos nos comentaron.
–Últimamente, usted participó de varios encuentros con referentes de otros espacios. ¿Es posible, para el año próximo, una gran coalición para hacerle frente a Larreta?
–No tengo como objetivo el año que viene. Creo que todos tenemos que hacer una construcción inteligente, tanto oficialistas como opositores, en pos del bien común y del vecino de la Ciudad de Buenos Aires. Desde que ingresé en la Legislatura, muchos de los diputados trabajamos en esta inteligencia para ponernos de acuerdo y llegar a la mejor ley posible. Las leyes afectan la vida diaria del vecino, aunque el vecino las desconozca.
–¿Ya se están tejiendo acuerdos de cara al año electoral?
–Creo que desde el funcionamiento legislativo uno va tejiendo alianzas que tienen que ver con pareceres similares de la política y con cómo tiene que ser la Ciudad que queremos: inclusiva, para todos, que no deje a nadie afuera. Hay que tener en cuenta que es la ciudad más rica del país y que tiene la posibilidad, financieramente, de diseñar políticas para todos. Los opositores tenemos que pensar en las prioridades que podemos discutir con el oficialismo. A veces se hace difícil, porque el oficialismo tiene iniciativas que muchas veces son inconexas. Pero a ellos les toca gobernar, y a nosotros, tratar de influir sobre las políticas y controlar.
–¿Qué iniciativas funcionarán como caballitos de batalla para el año que viene?
–Preparamos una iniciativa para que las faltas y multas no estén atadas al valor de la nafta. Esto tenía sentido hace unos años, cuando el valor de la nafta lo decidía el Estado. Hoy, prácticamente, el establecimiento de la unidad fija de la multa o falta lo define un privado, porque el precio de la nafta está libre. Así que se va a discutir en comisión un proyecto para que la unidad fija se incorpore en la ley tarifaria y nosotros la votemos todos los años, definiendo el valor con un criterio de equidad y posibilidad.
–¿Tienen planeadas medidas para enfrentar la crisis en la Ciudad?
–En coautoría con el diputado [Sergio] Abrevaya, habíamos presentado hace un par de meses la baja de ingresos brutos en las tarifas de luz, gas y agua. Esto coincidió con una iniciativa del Ejecutivo, que luego presentó una baja en los ingresos brutos en el agua y el gas, aunque no en la luz. Finalmente, se aprobó ese proyecto. Creo que nuestro rol es empujar al Ejecutivo para que tenga determinadas iniciativas. Por ahí no salen como uno quisiera, pero entendemos que todo lo que contribuya a aliviar el bolsillo al porteño es una buena política.
