A propósito de la misa celebrada el sábado de la que participaron referentes sindicales, movimientos sociales y dirigentes de la oposición como Hugo Moyano -uno de los anfitriones-, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, desligó al papa Francisco de la responsabilidad del armado de la masiva movilización y se adjudicó la idea.
Como si no bastara, las organizaciones sociales, encabezadas por Juan Carlos Alderete (Corriente Clasista y Combativa); Esteban Castro (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie), salieron a respaldar esta versión, alegando que Bergoglio nada tuvo que ver con la mencionada misa, y reclamaron una reunión con el presidente Mauricio Macri.
“Francisco no nos dirige a nosotros. Podemos tener consenso con la Iglesia y trabajar juntos en determinadas cosas. Hay cosas que se dicen para descalificar al Papa, que él nos maneja a las organizaciones. Somos independientes, más allá de que podamos tener algún acuerdo con él porque tuvimos relación cuando era Bergoglio en los barrios populares”, explicó Alderete.
Y, alegando que “es un error tratar de politizar lo que dice Francisco y ponerlo en términos partidarios”, argumentó: “Como militantes de los barrios siempre tuvimos relación con curas comprometidos con el puebloy con pastores evangelistas, que no tienen una línea tan prefijada”.