Final para un clásico del barrio de la Recoleta: este domingo cerrará, después de 25 años, el shopping Buenos Aires Design. El sábado 18 de noviembre vence la concesión del predio, que es administrado por la empresa IRSA —la misma de los shoppings Alto Palermo, Abasto y DOT, entre otros— desde 1997.
La transición entre el fin de una concesión y el nuevo llamado a licitación generó incertidumbre en los inquilinos de los locales. Desde IRSA consideraban que contarían con un plazo, una vez vencido el contrato, que permitiría a los comercios seguir funcionando. Desde las firmas comerciales aseguran que la orden de abandonar el predio les llegó recién el viernes pasado.
El Gobierno de la Ciudad confirmó que a partir del domingo 19 de noviembre retomará su posesión y que está analizando distintas opciones para su futuro. “El hecho de que la vigencia de esta concesión finaliza este domingo era una cuestión ya sabida de antemano por todos los actores intervinientes, tanto al momento de firmar el presente contrato, el cual se inició en 1993 y que fue prorrogado en 2013, como en los siguientes contratos celebrados entre la concesionaria y otros sublocatarios”, explicaron fuentes del gobierno porteño.
El cierre afecta a unas 700 personas que trabajan en 60 locales del centro comercial que, además, incluye una terraza con un paseo gastronómico con bares, restaurantes, locales de comidas y el clásico Hard Rock Café, la sucursal de la cadena internacional en Buenos Aires. Los empleados del shopping, a través de un comunicado, solicitaron que se otorgue a los actuales locatarios un permiso transitorio de uso, o una tenencia precaria, para luego proceder a la “inmediata devolución de los locales en cuanto así lo requieran los tiempos del nuevo proyecto”. Este miércoles 14, a partir de las 8:30 de la mañana, cortarán la esquina de las avenidas Pueyrredón y Libertador como forma de protesta.
“Estábamos en diálogo hasta hace una semana con la posibilidad de prolongar los contratos con modificaciones hasta que el Gobierno porteño tomara una decisión concreta. Y de golpe nos avisan que tenemos una semana para irnos. La idea era evitar asumir el costo de la mudanza hasta que pasara el momento crítico”, señaló Gabriel Campins, representante de la Cámara de Empresarios Madereros y Afines (CEMA). Más de la mitad de los locales ya habían cerrado sus puertas en los últimos meses.
El gobierno porteño presentó un proyecto de ley que impulsa una concesión por 20 años con un nuevo mecanismo de actualización de canon, que ya cuenta cuenta con una aprobación inicial en la Legislatura. Esta ley autoriza al Poder Ejecutivo a concesionar el uso y explotación del lugar por 15 años, con la posibilidad de extender el plazo por cinco años más y por una única vez. Se deberá hacer a través de una licitación pública.