Sin hacer alusiones concretas apuntó a la unidad y se mostró, como lo hace casi siempre y como si le saliera naturalmente, como una candidata presidencial. De esa manera, la expresidenta y actual senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, participó este lunes del primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico de CLACSO en Ferro.
“Hay que agrupar a los agredidos por el neoliberalismo”, dijo y agregó: “En nuestro espacio hay pañuelos verdes y también celestes”, afirmó.
Durante su disertación, la actual senadora afirmó: “Derechas e izquierdas son categorías perimidas. Tenemos que acostumbrarnos a eliminar esta forma de pensar y concebir una nueva categoría de frente social, cívico y patriótico donde se agrupen todos los agredidos por el neoliberalismo”.
“Mala división aquella entre los que rezan y los que no. En nuestro espacio hay pañuelos verdes y también celestes. Y tenemos que aprender a aceptar eso sin llevarlo a la división de fuerzas. Puede costar y no gustar, pero es lo que pienso”, agregó.
Y también rechazó la idea de la contracumbre. “Esto no es ninguna contracumbre. Desde el progresismo debemos acostumbrarnos a no presentarnos como la contra. Esto excede izquierdas y derechas para ingresar en la categoría de pueblo”.
“Pocas veces se puede juzgar a dos modelos de país tan distintos con tan poco tiempo de distancia. El 9 de diciembre se cumplen tres años exactos de que el neoliberalismo se ha instalado en nuestro país”, señaló en principio. Y luego añadió: “Han vuelto a endeudar el país. Nadie de izquierda, derecha, abajo o arriba puede negar que nuestro gobierno fue el que más desendeudó a la Argentina”.
Y siguió diciendo: “En 2015 terminamos con un crecimiento del 2,6% del PBI. Mientras que a fines del 2019 terminaremos con una contracción de la economía mayor al 3%”.
“Antes había que comprar en la semana porque el fin de semana eran colas y colas de gente en los supermercados. Hoy están vacíos, y muchas empresas reestructuran su operación. Esto es el resultado de tres años de neoliberalismo”, prosiguió su discurso.
“El neoliberalismo trabaja sobre el concepto de la igualdad exacerbando lo más negativo de la condición humana. Los seres humanos no somos todos iguales. Los gatos son todos gatos, las yeguas son todas yeguas, pero los humanos no”, señaló.
También se metió con la cuestión de los inmigrantes. “”Hoy algunos Hitler modernos acusan a los inmigrantes de que en un país no haya trabajo. Yo creo que la falta de trabajo debe ser buscada no en los inmigrantes sino en las políticas públicas que se han implementado”.
“Unos días antes del ballotage de 2015 hubo fuertes lluvias y algunos periodistas se subieron a canoas mostrando el Gran Buenos Aires. Lo mismo pasó ahora hace pocos días y no se vio a nadie militando la inundación. Hoy han vuelto al FMI con un préstamo de 57.700 millones de dólares, que convierte a la Argentina y sus gobernantes una vez más en meros gestores de políticas que les imponen de afuera”, criticó.
Y subió el tono al decir: “Acá se dijo que nadie iba a perder ninguno de los derechos que tenía, es más, se dijo que se iba a cambiar lo que estaba mal y se iba a dejar lo que estaba bien. Es muy distinto a lo de Brasil, donde se explicitó y se firmó un contrato social con lo que se iba a hacer”, desarrolló. Y se preguntó: “¿Hay legitimidad en políticas que no fueron elegidas por nadie? ¿Y cuando se ofertaron a la sociedad no recibieron apoyo?“, se preguntó de manera retórica.
Acompañaron a CFK a Ferro diversos dirigentes, entre ellos Martín Sabbatella, Hugo Yasky, Carlos Heller y Horacio Verbitsky, Agustín Rossi, Fernando Espinoza, Verónica Magario, Cristina Álvarez Rodríguez, Roberto Baradel, Leopoldo Moreau.