Con el calendario en una mano y las encuestas en la otra, son varios los gobernadores argentinos que decidieron o están a punto de adelantar las elecciones en sus distritos el año que viene. Entre estas están las provincias que tradicionalmente inauguran sus campañas en los primeros meses del año, cuando todavía dura el calor veraniego, como Catamarca y Chubut; están las que suelen celebrar sus comicios durante el invierno, como Córdoba, y, finalmente, hay otras cuya urgencia es novedosa y responde a razones coyunturales, como la propia provincia de Buenos Aires.
En resumen, casi tres de cada cuatro gobernaciones que se pondrán en juego en 2019 podrían definirse antes de que los argentinos elijan presidente. La llamativa excepción aparece en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que históricamente despegó sus comicios de los generales, que recientemente aprobó una ley que permitiría realizarlos de forma unificada, aunque existe un obstáculo que no es menor y es que la tensión entre el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y su padrino político, el presidente Mauricio Macri, creció hasta niveles inéditos en los últimos días, superclásico mediante, lo que pone en duda esta última estrategia.
Tres gobernadores peronistas ya oficializaron el adelantamiento de las elecciones y varios otros lo harán en las próximas semanas, atentos a que el calendario, que en casi todos los casos incluye primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), obliga a tomar definiciones pronto e inscribir las listas entre sidras y panes dulces.
Este es el caso de La Pampa, donde Carlos Verna sorprendió convocando a las PASO el 17 de febrero, para elegir a su sucesor el 19 de mayo. Lo guían, además de la política, motivos biológicos: afectado por una grave enfermedad, no quiere dejar trunca su sucesión. El mismo día se elegirá gobernador en Chubut, uno de los distritos que tradicionalmente inaugura los ciclos políticos, aunque las primarias se llevarán a cabo el 17 de marzo. El primero en confirmar su calendario electoral había sido el gobernador Sergio Uñac, que dispuso que los comicios en San Juan se celebren el 2 de junio, con primarias el 31 de marzo.
El sanjuanino especula con un triunfo contundente, a veinte días del cierre de listas nacionales, que le deje margen para lanzar a último momento una candidatura presidencial, en caso de que el peronismo no haya resuelto hasta entonces encolumnarse detrás de ningún otro postulante con chances consolidadas. De todos modos, Uñac deberá sortear antes una interna con su antecesor, José Luis Gioja, titular del Partido Justicialista nacional y portador de la confianza de Cristina Fernández de Kirchner, a menos que un acuerdo previo –que incluya a la expresidenta– corra al patriarca de esa compulsa. En Tucumán, aún sin fecha, pero antes de que se definan las candidaturas nacionales, también habrá un choque entre un mandatario en funciones con ímpetu presidencial, Juan Manzur, y su antecesor, José Alperovich, aunque en este caso el segundo decidió ir por fuera del PJ. El exministro de Salud se imagina candidato de la unidad peronista y tiende lazos con todos los sectores, menos con su propio padrino.
El tercer gobernador que aspira a llegar a la Casa Rosada, ya sin chances de reelegir en su distrito, es el salteño Juan Manuel Urtubey, uno de los pocos que unificaría comicios locales con el calendario nacional. A pesar de que falta la confirmación oficial en muchos casos, es posible que se puedan contar con los dedos de una mano los distritos que elegirán a sus gobiernos locales en simultáneo con los comicios a presidente. Además de Salta, aparecen en esta lista Formosa, Santa Cruz y los casos particulares de CABA y la provincia de Buenos Aires.
En la Ciudad, incluso si se conciliaran las dos partes, Cambiemos necesita mostrar algún triunfo en la primera mitad del año para no llegar a agosto cargando un rosario de derrotas en todo el país.
El caso de la provincia de Buenos Aires es, si se quiere, opuesto: la ley obliga a que se elijan intendentes y gobernador al mismo tiempo que las elecciones nacionales, pero María Eugenia Vidal evalúa enviar a la legislatura un proyecto que le permita anticipar los comicios locales: quiere evitar que la popularidad de CFK le empioje su reelección, al tiempo que abriría el juego en los municipios del Conurbano, donde la senadora mantiene altísimos niveles de popularidad, facilitando la tarea de los candidatos de Cambiemos y metiendo una cuña entre los jefes comunales y el Instituto Patria. En ese objetivo encuentra nuevamente como socios a los legisladores que responden a Sergio Massa, quien cree que si las elecciones en las comunas no coinciden con las nacionales, pueden sumar más intendentes a su armado de Alternativa Federal.
De todas las provincias, la primera en acudir a las urnas volvería a ser Catamarca, que suele abrir el calendario electoral. Sin fecha confirmada, habría elecciones generales en marzo y primarias ¡en enero!, aunque se especula con que la gobernadora Lucía Corpacci dará de baja las PASO para complicarle el escenario a la oposición. En abril se elegiría el gobernador de Neuquén; en mayo, además de La Pampa y Chubut, se anotan Misiones, La Rioja, Tierra del Fuego y Córdoba, si es que Juan Schiaretti logra cambiar la ley que prevé comicios a partir de la segunda quincena de junio. Río Negro debería elegir ese mes pero el gobernador Alberto Weretilneck también planteó adelantarlas a mayo. Otras provincias que elegirían en junio son Chaco, Santa Fe, San Luis y Entre Ríos. En la mayoría de los casos se trata de distritos gobernados por el peronismo, que buscan separar las cuitas locales de la interna entre los sectores territoriales y CFK, que se resolverá en la segunda mitad del año.
Por último, los radicales Alfredo Cornejo, de Mendoza, y Gerardo Morales, de Jujuy, están evaluando aún qué harán en sus provincias. La caída en la imagen del Gobierno nacional es un aliciente para anticipar las elecciones y separarlas lo más posible del calendario general. Desde la Casa Rosada, por el contrario, les llegó un pedido para unificar los comicios y así robustecer la oferta electoral oficialista. En el caso de Mendoza, la ley indica que deberían llevarse a cabo en septiembre, pero el gobernador tiene número en la Legislatura para modificarla, ya sea en el sentido que desea el Gobierno nacional o en el opuesto. En Jujuy, Morales dejó saber que está dispuesto a acompañar a Macri siempre y cuando eso no ponga en riesgo su reelección. Con las encuestas en la mano, la decisión la tomará en los primeros meses de 2019, cuando el resto del país ya se encuentre inmerso en pleno año electoral.