"Hemos recuperado el Frente Grande como proyecto alternativo" dijo Ariel Schifrin luego de la reunión mantenida en la CTA. Hasta allí había llegado una delegación de la Mesa Nacional del Frente Grande, integrada por la senadora Vilma Ibarra, Alejandro Mosquera, Oscar Laborde, Eduardo Sigal y el propio Schifrin. Los estaban esperando los anfitriones Edgardo de Petris, Víctor De Genaro y el diputado Ariel Basteiro.
La definición de Schifrin apuntaba a que habían expresado ante los organizadores, la adhesión y participación activa del Frente Grande en el paro nacional del próximo miércoles que convoca la central obrera. "El Congreso (del FG) nos dió las facultades para avanzar en este camino, que mantiene la coherencia con lo que pensamos desde la fundación de este espacio político" continuó el actual secretario de Descentralización porteño.
Los frentistas llegaron a la sede de la calle Independencia munidos de un documento que expresa que "estamos viviendo la mayor crisis económica y social en la Argentina, que se patentiza en un mapa de brutal concentración de la riqueza, en un aumento intolerable de la pobreza y de los índices de exclusión e indigencia, en el marco de una continua destrucción de nuestro aparato productivo, que deteriora las condiciones de trabajo y lleva a la desesperación a los millones de desocupados".
En otro párrafo del escrito que entregaron a la prensa +afirman que "el gobierno de Duhalde, junto con la coalición parlamentaria PJ-UCR, han desoído este mandato y decidieron, una vez más, someterse a la voracidad de la banca extranjera y del FMI, empujando a nuestro pueblo a más y más padecimientos. De este modo se achica la democracia, se degradan las instituciones, y se condenan a generaciones de argentinos a pagar la traición de la dirigencia.Frente a este escenario, reivindicamos la protesta, la movilización, la resistencia pacífica a estas políticas de extranjerización y hambre".
De este modo, Buenos Aires se suma a la lista de ciudades latinoamericanas con "gobiernos progresistas", como Montevideo, Porto Alegre o San Pablo, que se pronuncian en contra de las políticas neoliberales y apoyan la integración regional como alternativa inmediata ante la globalización.
"El jefe de Gobierno mantendrá la relación institucional que debe tener con el Gobierno Nacional, pero eso no quita que, desde la política, como presidente del partido no piense distinto a ellos. Nuestro deber en la Ciudad es gestionar -agrega Schifrin-, y lo queremos hacer con coherencia; más allá que no hay escalas macroeconómicas, no hemos tomado ninguna medida para profundizar la crisis. Sería más cómodo para nosotros adoptar desde el gobierno una actitud especulativa, pero la situación es de desbarranque total, la hiperdesocupación y la extrema pobreza, nos motiva a creer en lo nuestro" terminó Schifrin.