El bloque Unidad Ciudadana (UC) rechazó en la sesión del jueves los códigos Urbanístico y de Edificación presentados por el Poder Ejecutivo porteño y que fueron aprobados exclusivamente con los votos oficialistas.
Ambos códigos son rechazados por vecinos y organizaciones que se hicieron presentes en el recinto para manifestar su objeción a los cambios. Según Unidad Ciudadana “las modificaciones fueron realizadas ignorando las necesidades de los vecinos y vecinas, los consejos consultivos y las juntas comunales, desproteje el Patrimonio histórico, reduce el tamaño de los departamentos, de las aulas, de las oficinas y no garantiza la accesibilidad para las personas con movilidad reducida”.
Durante su intervención, el diputado Javier Andrade afirmó que “los códigos maximizan la posibilidad de los negocios inmobiliarios de los grandes desarrolladores y tenedores de tierras a través del aumento de la explotación del suelo por medio del código urbanístico y el aprovechamiento de esos metros cuadrados en el código de Edificación, que reduce las medidas de habitabilidad y elimina exigencias para la accesibilidad de personas con discapacidad”.
El legislador denunció que “los primeros que se benefician son los grandes tenedores de tierra de la Ciudad” ya que “una vez reglamentada la ley, los Paolo Rocca, Marcelo Mindlin y otros amigos del presidente van a ser mucho más ricos porque sus tierras van a valer mucho más”. Y ejemplificó con la manzana del barrio de Belgrano, delimitada por las calles La Pampa, Sucre, Castañeda y Figueroa Alcorta: “con el código todavía vigente está zonificada como Zona 6, del distrito U23, con una altura máxima de 10 metros. Con la nueva norma, al modificarse el distrito U, a la manzana le cambian la altura y cuenta con 20 metros más de constructividad. El doble. ¿A quién beneficia esto? A Mindlin, que lo acaba de comprar”, explicó.
Andrade se refirió a la falta de diagnóstico del oficialismo para comenzar a discutir una normativa que definirá la Ciudad de los próximos treinta años. “Lo primero que nos preguntamos fue cómo hicieron para encarar una tarea de esta envergadura sin un diagnóstico de la Ciudad existente. Fue de una pobreza notable la radiografía que presentaron como punto de partida para el debate y discusión sobre los nuevos códigos”, dijo el legislador.
En el mismo sentido, el diputado porteño apuntó que “lo correcto hubiese sido discutir primero el Plano Urbano Ambiental, la letra madre de los códigos, que en su artículo 2 habla del diagnóstico que hoy no tenemos, y que está vencido hace diez años, casi el mismo tiempo que llevan a cargo del gobierno de la Ciudad”.