Desde el bloque Evolución manifestaron una profunda preocupación por la ley sancionada en la última sesión ordinaria del año legislativo, que habilita y regula el juego de apuestas online, en diversos formatos, que hasta el momento estaban prohibidos en la Ciudad de Buenos Aires.
“Estamos convencidos que, con ésta ley, se llenan los bolsillos de unos pocos y se vacían los de muchos ciudadanos, entregándolos a la ludopatía. A la vez que se niegan todas las recomendaciones descriptas, incluso en los fundamentos del propio proyecto, y en los informes de las diversas áreas de Lotería de Buenos Aires. Sin embargo, con los votos del bloque Vamos Juntos, se habilitó el juego online”, manifestaron a través de un comunicado.
Además, dijeron:
Se va a someter a la sociedad, y sobre todo a los más jóvenes, a conductas nocivas con consecuencias personales, económicas, familiares y sociales cuyos efectos definitivos aún desconocemos. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires expresa con esta ley una avidez recaudatoria sin límites y se escuda en la excusa de combatir el juego clandestino.
Desde la Organización Mundial de la Salud, en enero del corriente año, expresaron que se incluirá la adicción a los juegos digitales en el manual de trastornos mentales, ya que los juegos de apuestas, tanto presenciales como online, son considerados como adicciones sin sustancias o comportamentales. En España, estudios realizados dos años después de su legalización, arrojaron que bajó la edad de ingreso a la ludopatía, pasó de ser de 35 a 18 años de edad.
Consideramos que ningún gobierno ha mostrado creatividad ni decisión para combatir la ludopatía, ni para acompañar a aquellos que la padecen y a su entorno familiar. Pero hoy el gobierno se muestra creativo, audaz, y con vocación de conseguir dinero a través del juego para poder financiarse. Nos hubiera gustado que tuvieran la misma vocación para combatirlo.
En el año 2013, cuando el Gobierno de la Ciudad firmó la adenda al convenio celebrado en el año 2003, rechazamos que se exima a los operadores de la actividad del pago de los ingresos brutos adeudados a cambio del pago del 3% de la recaudación en concepto de canon especial y suplementario. En 2014 denunciamos, en sede judicial, las irregularidades en la fiscalización, ya que el sistema con el cual se fiscalizaban las apuestas de las tragamonedas había sido diseñado por los mismos empresarios operadores de la actividad. Y, en ésta oportunidad, nos oponemos a la posibilidad de financiarse con una actividad que debiera combatirse.
Siempre denunciamos las prebendas que se le dieron al juego: pocos y bajos impuestos, falta de controles, permisos para contar con cajeros automáticos dentro de los lugares de juego, y un sin fin de beneficios para el operador en detrimento del ciudadano.
Las excusas en el pasado tenían que ver con que las tierras eran federales, con que no había unicidad de criterios jurídicos. Hoy, que tienen la oportunidad histórica, y que no existen ya excusas válidas, lo que deciden hacer es reeditar el gordo de navidad, cobrar un impuesto, pero no al juego para desalentar a las empresas, sino para castigar a los que van a jugar. Y, por último, habilitan el escándalo del juego online.
Nuevamente, eligen financiarse con esta actividad, evidenciando que el Estado deja claro que no sabe, no puede o no quiere controlar el juego ilegal y restringir el legal. Pero sí sabe, puede y quiere, ampliar la oferta de juego.
Por todos estos argumentos, por nuestra convicción de que éste no es el camino adecuado para construir una ciudad de iguales, en Evolución decidimos no acompañar la ley que habilita el juego online, como tampoco acompañaremos aquellas que pretendan financiar al Estado promoviendo prácticas nocivas para la ciudadanía.