El cambio de prioridades en los planes de gobierno fue el eje principal sobre el cual giró el discurso pronunciado este mediodía por Aníbal Ibarra, con motivo del inicio del período de sesiones ordinarias en la Legislatura porteña. Luego de comenzar su alocución con un repudio a la represión ocurrida el pasado 20 de diciembre -único momento en que cosechó un aplauso de parte de los diputados presentes- el jefe de Gobierno manifestó que "la emergencia social es hoy el principal problema público que afrontamos".
Acto seguido pasó a dar cuenta de los fríos indicadores que denuncian la eclosión de la crisis: 300 mil personas en situación de precariedad habitacional, destrucción de 172 mil puestos de trabajo entre octubre de 2000 y octubre de 2001, reducción de las ventas del 4,4 % los supermercados y del 15,7 % en los centros comerciales durante los primeros once meses del año pasado (es decir, antes del corralito), caída del turismo internacional en un 12, 7 % y de las exportaciones en un 9 %, registro de un nivel de empleo que en octubre de 2001 fue el más bajo en los últimos diez años y contracción en un 9 % de la cantidad de pasajeros que utilizan el transporte público, entre otras cifras. Todo esto agravado en los últimos tres meses, en los que, luego de la instauración del corralito financiero, la Ciudad vio caer abruptamente su recaudación, la cual llegó en diciembre a reducirse en un 44, 5 %.
RECAUDAR DE OTRA FORMA
Luego de describir la situación, Ibarra anunció que, en materia de recaudación, se pondrá el acento en otros impuestos además de la alícuota por los ingresos brutos, sobre la cual se estructura principalmente el sistema tributario porteño y que, según sus palabras, lleva a que "en circunstancias como las actuales, de recesión y restricción en los medios de pago, la recaudación siga la suerte de la macroeconomía". En ese sentido aseguró que se fortalecerá la acción sobre las contribuciones por el uso del espacio público -la vía pública y el subsuelo- y que se pondrá énfasis en la lucha contra la evasión y en el control de los grandes contribuyentes.
Ibarra reconoció que "durante el año 2001, la Ciudad sufrió una caída de más del 8 % en sus ingresos tributarios" y que "la caída de la recaudación del impuesto sobre los ingresos brutos -que constituye el 70 por ciento de la recaudación- fue del 9,4 %", situación que consideró particularmente grave, ya que "la Ciudad se financia casi exclusivamente con lo que recauda". Pero se comprometió a "no aumentar la presión fiscal general" para paliar la crisis y afirmó que el esfuerzo mayor lo deberán hacer "los grandes contribuyentes, los sectores económicos más poderosos y los grupos empresarios que más se favorecieron con la política económica de la última década".
También, al hablar de la crisis, el jefe de Gobierno criticó a los "admiradores de la convertibilidad" y afirmó que, por ese modelo, "los argentinos corremos el riesgo de perder nuestro estatus de Nación constituida". Y como miembro de la clase política, ensayó un mea culpa por los cuestionamientos que ésta recibe de la sociedad por no saber entender "la calidad y la intensidad de las expectativas de la gente" y sus reclamos de "dignidad, igualdad y justicia".
REORIENTACIÓN DE POLÍTICAS
Tal como lo vino haciendo últimamente en otros discursos, el jefe de Gobierno dio cuenta de los cambios que, en materia de prioridades, intenta llevar adelante. Afirmó que el acento se pondrá en fortalecer las políticas asistenciales, de salud y de educación. "En la Ciudad de Buenos Aires nadie va a quedarse sin atención médica", "ningún chico va a quedarse sin su lugar en la escuela pública", "ni un sólo subsidio será entregado con criterio clientelístico", fueron algunas de las frases que Ibarra utilizó para tratar de dar más contundencia a su discurso.
Como ejemplo del nuevo rumbo que intenta darle a su gobierno, Ibarra se refirió a la reconversión de funciones de la Corporación del Sur, que ahora tiene entre sus prioridades planes como la construcción de viviendas populares, la producción de alimentos a bajo costo y la organización del outlet escolar.
El titular del Ejecutivo manifestó que, ante la falta de recursos, el Estado deberá "hacer más con menos" y que, para lograr eso, es necesario que éste recupere la legitimidad perdida. Al respecto, destacó que la otra prioridad de acción de su gobierno es lograr una mayor participación popular en las decisiones.
"La nueva Secretaría de Descentralización y Participación deberá instrumentar, en el corto plazo, mecanismos concretos de participación popular y aplicar los que están previstos en nuestra Constitución", dijo Ibarra que, sin embargo, nada manifestó con respecto a la demorada ley de Comunas que, también según la Constitución, ya debería haber sido aprobada y que no se debate por la oposición del Frepaso. El jefe de Gobierno también se comprometió a promover que los vecinos, a través de los Centros de Gestión y Participación, puedan decidir el destino de las partidas presupuestarias especialmente asignadas para las obras públicas en los barrios.
LAS OBRAS A MEDIANO PLAZO SIGUEN
Aunque ya no serán las "vedettes" de su gestión, Ibarra afirmó que igualmente se sostendrán las estrategias a mediano y largo plazo. Sin embargo no dio demasiadas precisiones al respecto. Sólo aseguró que la expansión de la red de subtes "sigue en marcha" y que, para llevar adelante las obras, se establecerá un mecanismo de licitación a través del cual las empresas intervinientes se asociarán en el financiamiento, construcción, instalación y operación del servicio por un lapso de 30 años. Y que la adjudicación se hará a la empresa cuya propuesta signifique la menor participación en inversión por parte de la Ciudad.
Además, el jefe de Gobierno afirmó que se seguirá adelante con el Plan Hidráulico y con la construcción de los reservorios para evitar los desbordes de agua durante las tormentas. Al respecto, aseguró que la Ciudad "cumplió con los damnificados de las inundaciones del 24 de enero" y que más de mil casas afectadas fueron refaccionadas por el Gobierno.
También en materia de infraestructura urbana, Ibarra hizo hincapié en la recuperación de los espacios públicos y abogó por el pronto tratamiento de la ley del Plan Urbano Ambiental.
RECUERDOS DE UN AÑO DIFÍCIL
Cada vez que se realiza un discurso de inicio de sesiones, la autoridad ejecutiva da cuenta de lo que realizó durante la gestión del año anterior. Al respecto, el jefe de Gobierno destacó -además de lo ya mencionado- los diversos planes de asistencia social llevados a cabo, fundamentalmente, desde las áreas de Salud, Desarrollo Económico, Promoción Social, Educación y Cultura.
Entre ellos, se refirió al Programa Materno Infantil (que entregó 360 mil kilos de leche), la Campaña de Prevención del SIDA (que repartió 3 millones de preservativos), la inauguración de 14 centros médicos barriales, la creación de Comités de Crisis en los hospitales para monitorear los stocks de medicamentos en época de crisis, la disminución lograda en la deserción escolar en los colegios secundarios, la entrega de becas estudiantiles, la puesta en marcha de las primeras escuelas bilingües públicas de la Ciudad, los 291 créditos a tasa cero para microemprendimientos entregados por el Banco Ciudad, los 9.000 servicios de asistencia directa a PyMes, la distribución de alimentos (que, según Ibarra, aumentó un 15 % a partir de la crisis de diciembre), la creación del Centro de Diseño Industrial e Indumentaria en Barracas y la organización de festivales.
PRÓXIMOS PLANES SOCIALES
Ibarra anunció la instauración de nuevos programas sociales, como el "Vale Ciudad" (una chequera para compra de alimentos destinada a las familias más humildes), la entrega de Planes de Asistencia a Jefas y Jefes de Familia de la Ciudad (provenientes de una partida de 56 millones de pesos provista por el Gobierno de la Nación), el Plan de Atención Primaria de la Salud (un sistema de atención familiar integral y ambulatorio, con atención domiciliaria y entrega gratuita de medicamentos) y la construcción de 6 nuevas escuelas. También manifestó que se aprovecharán las oportunidades que ofrece la devaluación para crear cadenas productivas de pequeñas y medianas empresas vinculadas al sector exportador.
AGRADECIMIENTO SUGESTIVO
En un discurso marcado por la crisis, el jefe de Gobierno no se olvidó de destacar la labor efectuada por las diversas áreas sociales que dependen del Ejecutivo. También agradeció a los trabajadores del Banco Ciudad "que son el rostro de nuestra banca pública ante la sociedad, en un momento en que la actividad bancaria está fuertemente cuestionada". Esta mención, dicha casi al pasar, tiene un valor simbólico fuerte, sobre todo si se tiene en cuenta el lobby que realizan las autoridades de la entidad bancaria porteña para que Ibarra vete la "ley de austeridad" recientemente votada por la Legislatura, que les redujo a la mitad sus sueldos cercanos a los 14 mil pesos.