Por séptima vez en el año, el Indec informó una caída interanual en actividad económica (que sirve como indicador adelantado del PBI) de 4% para octubre.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) reflejó una leve recuperación en la generación de riqueza en bienes y servicios en 0,9% respecto del mes anterior. En los últimos meses se advertía una perdida de velocidad importante en los datos de actividad económica, pasando de un 6,6% en junio a un 2,7% en julio y un 1,9% en agosto. Esa tendencia se rompió en septiembre, cuando el organismo estadístico relevó una caída del 6,1% en el EMAE.
En el acumulado de este año, el Indec midió un descenso en actividad por 1,7% respecto al mismo período del año pasado. Los núcleos duros de caída fueron un retroceso importante en materia de consumo minorista e industria manufacturera, rubros que se encuentran entre los más afectados por los episodios cambiarios de este año y las consecuencias de los mismos en materia inflacionaria y de encarecimiento de insumos importados para la producción.
Para octubre, el desagregado sectorial comunicado confirma esa composición. Las mayores bajas fueron las de comercio minorista y mayorista por 11,2% y la de la industria manufacturera por 5,3% respecto del año pasado.
La desaceleración económica general tuvo un impacto en el sector público, ya que el menor ritmo implica una menor cantidad de transacciones. Eso equivale a menos oportunidades para recaudar impuestos, y en octubre eso se expresó en una baja de 6,2% en los impuestos netos de subsidios.
También se destacó la caída de actividad en el rubro de la construcción, que reflejó un recorte de 4,7% durante octubre. El impacto del ciclo recesivo afecta particularmente al sector de la construcción por el impacto negativo sobre la obra pública a modo de ajuste en el frente fiscal, sumado a una menor demanda en el sector privado luego de que perdiera impulso el mercado de crédito hipotecarios.
A grandes rasgos, tanto desde el sector privado como desde el público se espera que el tramo que va desde el tercer trimestre de 2018 y el segundo del próximo año sea en el que la recesión se concentre de forma fuerte, con un repunte parcial o total en la economía comenzando a verse sobre fines del próximo marzo.