"La discusión que tiene que ver con la oferta de sexo en la calle, tiene dos posibilidades de tratarse: una prohibición seca, es decir, que en ningún lugar se pueda llevar a cabo, o algún modo que maneje alternativas y limitaciones a la actividad. La prohibición seca parece que se encuentra con este argumento de perogrullo de que es la actividad más vieja en el mundo y que no se la consigue eliminar. Y la contrapartida es que estas prohibiciones secas lo que terminan es generando una política de persecución a grupos minoritarios que pueden ser travestis o prostitutas. Para dejarlo en claro, tener a una persona en una opción de mudarse a otra provincia o estar detenido y judicializado toda la vida, parece una alternativa demasiado dura. Por eso, el Gobierno, en este punto en particular, optó por una idea intermedia, que es la de establecer los lugares donde va a estar prohibida la oferta de sexo callejero, con una fórmula genérica, en cercanías de viviendas, casas, escuelas y templos".
Con ese desmenuzado análisis, el secretario de Justicia y Seguridad Urbana, Juan Carlos López, definió el cambio que se producirá en breve cuando la Legislatura modifique el actual Código Contravencional y entre en vigencia esta nueva medida que fue acordada entre macristas e ibarristas.
Un verdadero pacto de caballeros se llevó a cabo entre ambos grupos. El nuevo Código Contravencional le exigirá a los travestis y a las prostitutas, que realicen su trabajo lejos de casas, escuelas y templos, y les permitirá trabajar en zonas alejadas de los barrios más concurridos. Si el pacto continúa, en la sesión del jueves 20 de mayo se derogará el actual Código de Convivencia y entrará en vigencia otro, en el cual uno de sus puntos claves hace referencia a los cambios que se aplicarán en relación al sexo callejero.
"Como principio esta contravención es una contravención de desorden. La realidad es que como contravención individual está identificada como una contravención leve que a priori tiene pena de multa pero con dos temas importantes: por un lado, la multa que no se paga se transforma en arresto, cosa que antes no sucedía, y por otro lado, la tercera reincidencia computable transforma la pena en arresto automático. Porque se daban algunos casos llamativos en relación a la prostitución en donde el contraventor no sólo aparecía como contraventor sistemático sino que además, enfrentaba al Estado. De esa manera, su actitud daba a entender que no sólo iba a seguir haciendo lo mismo, sino que lo iba a seguir haciendo en la misma esquina y de la misma manera. Esto es lo que creemos que cambió fundamentalmente. Hoy por hoy ese nivel de enfrentamiento no debería darse. Tengamos en claro que ahora lo que nos queda, es que la Policía aplique bien la norma y los jueces la cumplan. Pero la norma ahora es clara. La figura sigue siendo la misma, la que se define como de mal uso de la vía pública que tiene pena de multa y en caso de reincidencia la misma pena de multa se transforma en arresto", expuso un didáctico López en declaraciones radiales.
Para finalizar, el funcionario porteño agregó que "en los cambios principales que se proponen en el proyecto oficial recogemos un consenso de hecho (en obvia referencia al macrismo y al ibarrismo), más allá de hablarlos con los legisladores, en cuanto a que los temas claves de algún modo también estaban abordados en distintos proyectos, y creemos que lo que logramos fue un proyecto que tuviera alguna coherencia, y que incorporara básicamente a las nuevas instituciones, por un lado, la reincidencia y el concurso de contravenciones, y por otro lado la posibilidad de la probation".