El defensor del pueblo adjunto, Antonio Elio Brailovsky, dio a conocer un informe sobre un peligro que acecha en el corazón de Buenos Aires. Durante 22 años, la estación de servicio de la empresa Shell, situada en Lima 835, filtró a la tierra gran cantidad de hidrocarburos, vertidos de sus deteriorados tanques de almacenamiento. Los derrames llegaron hasta la estación Independencia de la línea E de subterráneos y actualmente hay un sector que está cerrado por la contaminación existente. En 1999, a raíz de una denuncia efectuada contra Shell por Subterráneos de Buenos Aires SE (SBASE) en 1991, la justicia condenó a la empresa petrolera a realizar trabajos de remediación del suelo contaminado.
El volumen de tierra afectado es de una hectárea de superficie, por una profundidad de 15 a 20 metros y se estima que alcanza para llenar 100 mil camiones de carga. Este material deberá ser sometido al tratamiento que se le da a los residuos peligrosos, pero como en la Ciudad no hay instalaciones para realizar este proceso y la provincia de Buenos Aires se niega a recibirlo, habría que trasladarlo hasta la provincia de Santa Fe.
Según Brailovsky, "la obra deberá hacerse con grandes precauciones, ya que al levantar el pavimento se corre el riesgo de que el suelo impregnado en combustible evapore parte del hidrocarburo y se formen mezclas explosivas en el aire". El funcionario agregó que "para evitar ese desastre, tendrán que trabajar con extremas precauciones, cerrar en todo o en parte la Avenida 9 de Julio durante el tiempo que duren las obras, tal vez varios años". También afirmó que "habrá que evaluar la necesidad de cerrar las líneas de subterráneos C y E para evitar que una chispa eléctrica haga volar todo".
Otras complicaciones que surgirán es que será necesario desviar los servicios que pasan por la zona afectada. Es decir, cambiar de lugar los caños de agua, de cloacas y de gas, y los cables de electricidad, de teléfonos y de televisión por cable.
La magnitud de los trabajos hizo dudar a Brailovsky acerca de su efectiva realización. "Ésta es la obra de remediación que hay que hacer, lo cual no significa necesariamente que sea la que finalmente se haga". Aunque la sentencia que obliga a Shell a realizar los trabajos de descontaminación tiene fecha del 1 de octubre de 1999, hasta la fecha no se hizo nada. La primera detección de derrame de hidrocarburos fue en 1979, luego de que en la estación Independencia se produjera una explosión que hirió a uno de los operarios que trabajaba allí.