La novela de tensión bilateral entre los Estados Unidos y Venezuela continúa. En esta oportunidad, el cargamento de insumos que salió desde el gigante norteamericano con destino a las tierras de Juan Guaidó llegó la semana pasada al fronterizo municipio colombiano de Cúcuta, no exento de la presión internacional para que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro “facilite” su entrada, en un hecho que Caracas denuncia como una “show” de la Casa Blanca para intentar socavar el respeto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a la Constitución.
Aunque el diputado opositor Juan Guaidó, autoproclamado “presidente encargado”, anunció este lunes en su cuenta de Twitter que la primera parte de la llamada “ayuda humanitaria” internacional había sido ya entregada, a la fecha no ha entrado ningún cargamento a la nación caribeña. Las fuerzas militares se mantienen en resguardo de la frontera con Colombia, según informó el medio internacional RT.
Por su parte, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, informó este martes que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro coordina planes conjuntos con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para ampliar la atención en salud y alimentación en el país sudamericano.
Arreaza indicó que el Ejecutivo trabaja con la ONU en “un nivel superior” para definir una línea de cooperación concreta en materia de salud y alimentación, dos ámbitos “severamente afectados” por las sanciones unilaterales y coercitivas de Washington.
Su declaración coincide con la del embajador de Naciones Unidas en Venezuela, Peter Grohmann, quien en enero pasado ratificó su disposición de colaborar con Venezuela para “superar los problemas que pudieran tener”, tras reunirse con el presidente Maduro en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno venezolano.
Mientras el Ejecutivo impulsa una colaboración más estrecha con la ONU, EE.UU. insiste en presionar para que dejen entrar el cargamento a Venezuela. En tanto, Guaidó mencionó que en Brasil fue abierto un centro de acopio, frente al impedimento de movilizar los containers de la supuesta ayuda por el inactivo Puente Las Tienditas, que comunica Cúcuta con Ureña, en el estado de Táchira, Venezuela.
Para calmar acusaciones de inoperancia por parte de sus seguidores, el diputado Guaidó prometió este martes una nueva fecha: la “ayuda” ingresará el 23 de febrero, día en que se cumple un mes de autojuramentarse en una plaza pública como “mandatario legítimo”.
El analista internacional Luis Quintana sostiene que el cargamento no puede considerarse una ayuda humanitaria porque está financiado por los EE.UU., una nación que baraja públicamente entre sus opciones “la intervención militar” como vía para “afrontar” la profunda crisis económica que atraviesa el país sudamericano, “cuyos efectos son agudizados por las sanciones y bloqueo financiero que aplica” Washington.
Por esa razón, en entrevista a este medio, Quintana valora el envío como “una amenaza humanitaria, en vez de ayuda”.
Y no es el único que piensa así. El presidente de la Cruz Roja Internacional en Colombia, Christoph Harnisch, declaró a la prensa que el envío “no es una ayuda humanitaria”, pues ha sido ordenada por un “Gobierno impuesto” (en referencia al autoproclamado Guaidó) en Venezuela, sin la aprobación de las autoridades legítimas.
Para el analista en temas internacionales Katu Arkonada, la evidente ausencia de coordinación del envío con el Gobierno electo es un intento de “provocación político-militar” que no representa una novedad, pues los EE.UU. registran una tradición de supuestas “ayudas humanitarias” que han derivado en incursión de tropas militares foráneas al país receptor de esos recursos. “Allí están los ejemplos de Libia, Siria e Irak”, acotó, consultado por RT.
El aporte de López Obrador
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se manifestó a favor de que sea la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la que se encargue de entregar la ayuda humanitaria a Venezuela, siempre que en esto no interfieran posturas políticas.
“Si es un asunto de ayuda humanitaria, que no se mezcle con posturas político ideológicas, que se acuda a la ONU y sea por ese medio que se dé toda la ayuda humanitaria al pueblo venezolano, como se tiene que dar ayuda humanitaria todos los pueblos, a los pueblos pobres del mundo”, dijo el mandatario a periodistas en el Palacio Nacional, sede del Gobierno, durante una conferencia de prensa, según señaló el medio ruso Sputnik.
López Obrador respondió de esta forma a una exhortación al Gobierno de México hecha por Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela, para que cambie su postura, argumentando que “no es un problema de izquierdas ni derechas, sino de crisis humanitaria”, según citó un periodista al formular su pregunta.“Deseamos que dialoguen las partes, que haya una solución pacífica, que no se use la fuerza, que se aleje la violencia y que haya oportunidad para la diplomacia y haya diálogo”, respondió el mandatario mexicano.