Este domingo que termina de transcurrir, en la provincia de La Pampa se lanzó el año electoral, que culminará el 27 de octubre o el 24 de noviembre, para el caso de que sea necesaria la segunda vuelta en las elecciones presidenciales.
Pero el calendario electoral nacional se lanzará el 22 de febrero próximo -el próximo viernes-, cuando el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior y Obras Públicas, Adrián Pérez, reciba a los apoderados de todos los partidos políticos para anunciar el calendario electoral completo.
El proceso continuará el ocho de marzo, cuando se abran los sobres de las ofertas técnicas de las empresas que participarán en la licitación para el escrutinio de las elecciones nacionales que se realizarán el once de agosto -las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)- y las presidenciales del 27 de octubre y, eventualmente, el “ballottage” del 24 de noviembre.
El 30 de abril cerrará el padrón provisorio y desde esa fecha ya no se podrán incluir cambios en el registro.
El diez de mayo, por su parte, vencerá el plazo para la apertura del Registro de Empresas de Encuentas y Sondeos para las PASO.
El 25 de mayo vencerá el plazo para que los electores reclamen por los cambios en el padrón electoral.
El 22 de junio cierra el plazo para la inscripción de las listas de precandidatos que intervendrán en las PASO, ante las Juntas Electorales partidarias.
El siete de julio se realizará el sorteo público para distribuir los espacios de publicidad electoral.
Cinco días después, el 12 de julio dará comienzo la campaña electoral.
El 27 de julio se publicará la lista de lugares y mesas de votación.
El once de agosto se realizarán las PASO y a las 22:00 se concocerían los resultados de al menos el 90 por ciento de las mesas.
De todos modos, esto ocurrirá si no surgen problemas de último momento, como los que empañaron las PASO del 13 de agosto de 2017, cuyos resultados se conocieron 16 días después. No sólo eso, sino que en la noche del escrutinio, el oficialismo de Cambiemos, que manejaba los comicios, se adjudicó un triunfo que posteriormente desmintió el conteo definitivo de la votación. Para peor, todo el proceso de negación inicial y aceptación posterior de la victoria de la opositora Cristina Fernández de Kirchner se vio envuelto por el equívoco aroma de una operación política.
El 13 de septiembre se realizará la convocatoria al primero de los dos debates presidenciales obligatorios. Inclusive, podría producirse un tercero, si fuera necesario el llamado al “ballottage”. Los dos debates se realizarían, uno en Capital y el otro en una provincia a designar.
El 22 de septiembre tendrá lugar el inicio de la campaña para las elecciones generales.
El 27 de septiembre será publicado el padrón definitivo.
El dos de octubre se iniciará la campaña en los servicios de comunicación audiovisual.
El doce de octubre será el día de cierre de la publicidad de los actos de gobierno que sean susceptibles de ser considerados como propagandísticos.
A partir del 19 de octubre comenzará la interdicción para publicar encuestas y pronósticos electorales.
El 27 de octubre se realizará, finalmente, la primera vuelta de las elecciones generales presidenciales. De ser necesario, el 24 de noviembre se realizaría el “ballottage”.
En estas dos últimas fechas se votará, además de la fórmula presidencial, a 130 diputados nacionales y a 24 senadores nacionales. Sólo ocho provincias elegirán a éstos últimos: Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
También se elegirán 43 parlamentarios del Mercosur, de los cuales 19 se votarán en distrito único y los otros 24, a razón de uno por provincia.
También existirá una modificación fundamental en estos comicios: por primera vez se aplicará la Ley de Paridad de Género, que significa que los candidatos femeninos y masculinos irán intercalados de uno en uno.
También se agregará en esta ocasión la obligatoriedad de realizar dos debates entre los candidatos presidenciales, a realizarse uno en Capital Federal y el otro en una provincia a designar. Habría un tercero, para el caso de que sea necesario un “ballottage”.