La situación de Cambiemos en Córdoba va derecho a un enfrentamiento. A pesar de que desde la Casa Rosada querían que el candidato a gobernador fuera Mario Negri y no hubiera internas, el intendente radical de Córdoba, Ramón Mestre, los desafió y decidió enfrentarlo en las PASO.
Negri y Mestre anotaron sus listas y quedaron perfilados para medirse en una interna por la candidatura de Cambiemos a la gobernación de Córdoba. Mauricio Macri se inclinó por el jefe del interbloque de Diputados y puso a todo el Pro de su lado, pero el intendente de la Capital ratificó su postulación y buscará dar pelea con la estructura de un armado puramente radical.
Mestre armó el binomio con Carlos Briner, su par de Bell Ville, también radical.
Negri debió ceder espacios por la incorporación del Pro y ya tenía a la Coalición Cívica, al Frente Cívico de Juez y a un sector del radicalismo. Mestre quedó con la mayor parte de la estructura partidaria de la UCR al incluir a los dirigentes alineados con Aguad y Ricardo Alfonsín.
Mestre aseguró que recibió llamados del jefe de Gabinete, Marcos Peña, del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y del presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, para que decline su precandidatura a gobernador y desista de competir en una interna contra la fórmula que impulsa la Casa Rosada. El dirigente radical se pronunció así, luego de la derrota del Pro en la interna de La Pampa y del acuerdo de unidad en Santa Fe.
“Rogelio Frigerio, Marcos Peña y Alfredo Cornejo me llamaron para decirme que baje mi candidatura y que me uniera en una interna con Mario Negri. Tengo muy buena relación con todos”, aseguró Mestre en diálogo con el programa El exprimidor, y agregó: “Los dirigentes que me llamaron no hablaron en nombre de Cambiemos, sino como dirigentes del Pro de Buenos Aires, y eso a los cordobeses no nos gusta. Por eso proponemos reglas de juego de Cambiemos pero con espíritu y honor cordobés”.
En este sentido, cuestionó el argumento de los funcionarios nacionales: “Sentí falsas alarmas, raras. Me dijeron que esto hacía crujir nuestro espacio político, me ofrecieron varias cosas. Sentí desazón, tengo que admitirlo”. “Una interna debería ser lo más normal del mundo, Macri llegó [a Presidente] por una interna, [Horacio Rodríguez] Larreta llegó [a jefe de Gobierno porteño] por una interna”, añadió.
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