La Fundación Crisanto lleva adelante un programa de Recuperación de Recursos Personales para personas que conviven con el virus del HIV. Consiste en brindarles en forma gratuita orientación e información que los ayude a afrontar sus problemas, tanto emocionales como propios de la enfermedad. Funciona en el predio de la Reserva Ecológica de la Costanera Sur de la Ciudad y es básicamente un grupo de terapia coordinado por profesionales, donde participan las personas con dicha enfermedad.
Es un "grupo de contención y reflexión, complementario a los tratamientos médicos y psicológicos que estén realizando", apuntó el profesor Antonio Linardi, quien está junto con la Licenciada María Cristina Casino, a cargo de la fundación. El programa funciona todos los lunes desde las 10 de la mañana, y cada sesión dura unas tres horas. Además cuenta con un banco de medicamentos que, ha pesar de ser modesto, sirve para ayudar a los infectados.
Las técnicas que se usan en la terapia son variadas. Se emplean distintos métodos de respiración, relajación, visualización, expresión corporal y meditación; todo en contacto con la naturaleza. Para anotarse en el programa las personas solo deben comunicarse con la fundación a los teléfonos 4774-1489 y 4805-3698 o a fundacion@crisanto.org.ar. Se les hará una primera entrevista, también gratuita, y luego se los incorporará, manifestaron los directores.
"Vamos a lanzar el primero de diciembre -informó Linardi- una campaña de prevención del Sida que va durar un año, que consistirá en un stand ubicado en la Reserva de la Costanera donde se entregará folletería informativa, una encuesta y también se distribuirán preservativos, todo gratuitamente". "Para llevar a cabo esto planeamos obtener el auspicio de hoteles alojamiento", concluyó el director. Pero la fundación se sostiene como puede. No recibe ayuda del gobierno ni de ninguna entidad, y funciona totalmente "a pulmón". "Incluso estamos por perder nuestra sede, que está ubicada, por ahora -ironizó Linardi-, en Tames 2078, en Palermo Viejo", dijo.
El programa no recibe ayuda económica del Gobierno de la Ciudad, pero ha sido declarado de interés por éste y por la Cámara de Diputados de la Nación; también lo auspicia la Secretaría de Medio Ambiente porteña y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.
Además del programa para enfermos de SIDA, la fundación realiza en la cabaña de la administración de la Reserva Ecológica, los domingos a las diez de la mañana, otra actividad terapéutica utilizando las mismas técnicas, pero libre para cualquier persona. Se llama "Meditación en Contacto con la Naturaleza" y cuenta con mas de 8 años de trayectoria. Solo basta presentarse allí, para comenzar a concurrir a las clases, apuntó el director de la fundación. Para mayor información están los teléfonos: 4832-4672 y 4805-3698.
Después de trabajar cuatro años en el programa, las respuestas que hemos obtenido de los participantes fueron mas que positivas, declaró Linardi. A los infectados "se los ayuda a resolver problemas personales, familiares, laborales, en definitiva, se los ayuda a reintegrarse a la vida. Logran salir adelante y sobrellevar su enfermedad", finalizó el terapeuta, ya que es el mismo quien coordina las clases. En una de las páginas que la fundación tiene en Internet, sus directores declaran que entre los proyectos que tienen solo figura "seguir, seguir y seguir. Necesitamos ayuda, en el mundo se infectan 11 personas por minuto, y para hacerse los distraídos basta con los gobernantes".
LA ENFERMEDAD
Los enfermos de SIDA sufren en su mayoría, además de los padecimientos propios de su enfermedad, cierto maltrato y discriminación desde la sociedad. Esto, sumado a la enfermedad, les genera depresiones, desaliento y desequilibrios emocionales.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) unos 36 millones de personas conviven hoy con el virus en el mundo. Entre las estadísticas locales, en Argentina se registraron desde el primer caso en 1988 hasta 31 de diciembre de 2000, unos 18.824 enfermos. De ellos murió un 25 por ciento. Entre 1997 y 1999 el sida estaba dentro de los veinte lugares entre las principales causas de muerte del país. Pero trepó al tercer lugar entre las personas de 15 a 44 años. Dentro de ese grupo de edad el sida fue la primer causa de muerte en la capital, y la segunda en la provincia de Buenos Aires.
