El intendente de Pilar, Nicolás Ducoté es uno de los referentes de Cambiemos que en 2015 desterró a uno de los llamados “barones del conurbano”, Humberto Zúccaro, que gobernaba el municipio desde 2003. El principal contrincante de Ducoté en las próximas elecciones será el exjefe de Gabinete de Zúccaro, el kirchnerista Federico Achával. Al tanto de la inclinación peronista del municipio y de los altos porcentajes de imagen que tiene a nivel local la senadora Cristina Kirchner, Ducoté admite que se enfrenta a “un desafío” y que tendrá que “trabajar mucho”. Pero recuerda venció en 2015 y en 2017. Y a pesar de la crisis económica que repercute de forma negativa en la imagen de Cambiemos a nivel nacional, asegura que trabajará “en equipo” con Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal. “Somos parte de un mismo equipo, en las buenas y en las malas. Mientras avance el año electoral se van a ir mejorando algunas cuestiones económicas”, asegura.
Las encuestas de intención de voto muestran que la elección con el principal opositor, Federico Achával, va a estar reñida. ¿Qué planes tiene para revertir esta tendencia a su favor?
La idea es mostrar que esta perspectiva es parecida a la que había antes de las elecciones de 2015 y 2017. En 2015 también parecía una elección muy ajustada. Entramos a una elección primaria con menos de 30 puntos y el peronismo estaba en más de 50, pero ganamos por 12 puntos en la elección general. En 2017 también parecía una elección súper ajustada, cabeza a cabeza, y volvimos a ganar, por 7 puntos.
A Achával ya le ganamos dos veces y vamos a volver a ganarle. Pero para eso tenemos que trabajar mucho. Él fue parte de la gestión anterior, para la gente está vinculado a un gobierno que ya no quiere, porque significa volver atrás, a Zúccaro.
Además, cuestionan mucho el origen de su patrimonio económico, que está vinculado al juego. Ese es el adversario que tengo enfrente. Reconozco que Pilar es un distrito con una fuerte inclinación peronista y en particular con una valoración de la expresidenta que me pone un desafío. En Pilar mide mejor Cristina que Mauricio, con lo cual vamos a tener que trabajar muchísimo, con mi equipo, para lograr sostener el proyecto en el que venimos embarcados. Hicimos muchas transformaciones profundas en estos cuatro años y queremos poder sostenerlo en los próximos cuatro.
Hay muchos dirigentes locales que se identifican con Cambiemos pero este año van a desligarse del gobierno nacional, en especial por la imagen negativa producto de la crisis económica. ¿Qué actitud tomarán con respecto a la esfera nacional en la campaña?
Vamos a trabajar en equipo con Mauricio y María Eugenia, a mantener los colores de Cambiemos. Iremos a ganar o a hacer la mejor elección posible, como parte de este equipo. Lo hicimos en las dos elecciones anteriores, donde incluso sacamos más puntos que Mauricio y María Eugenia. Ella creció de forma extraordinaria en estos años en el municipio. Hoy mide más que cualquiera de nosotros y esto va a tener efecto en la campaña. Somos parte de un mismo equipo, en las buenas y en las malas.
Estoy convencido de que mientras avance el año electoral se van a ir mejorando algunas cuestiones económicas. La valoración del elector de la opción de Cambiemos va a estar mejor hacia octubre.
¿Recibirán visitas de funcionarios o referentes nacionales?
Vamos a tener visitas todos los meses. María Eugenia vino hace tres semanas, Salvai hace dos, Sánchez Zinny el fin de semana pasado. La gobernadora va a volver probablemente en marzo y trataremos de que el Presidente venga en abril. Nos han ayudado mucho en la gestión y en la campaña se va a remarcar que somos un equipo que trabaja en conjunto.
¿Considera que hubo campaña sucia en 2017?
Sin ninguna duda, hubo una campaña que usó recursos como las noticias falsas, algo que no solo pasa acá en Pilar o en la Argentina sino en el resto del mundo. Me tocó sufrir estrategias de difamación dos semanas antes de las elecciones. Hay una parte de la política que sigue haciendo un juego sucio, pero tratamos de mantenernos del lado del bien y de la verdad.
¿Cómo avizora en este sentido la campaña que se viene?
Espero que mejor. No hace bien a la comunidad pilarense ni a la argentina este tipo de campaña. Esperamos que sea una contienda en términos justos, donde cada uno refleje lo mejor de cada uno, donde se vea quién propone un futuro mejor. Ojalá se trate de hechos y datos y evidencia y expectativa, y no de la cantidad de barro que uno pueda recibir o enviar a su adversario. Va a ser un desafío.
¿Cuáles son sus planes para el año electoral?
Vamos a estar haciendo tres cosas que van a quedar en la historia de Pilar. En infraestructura vial vamos a completar la ruta 8, que atraviesa el centro. Pudimos hacer la mitad en los primeros años de gestión y este año vamos a terminar el pedazo que falta. Y vamos a terminar la ruta 25. En términos de infraestructura 120 barrios van a ver obras de asfalto. La infraestructura vial es una obra estructural muy significativa, donde hicimos una apuesta muy fuerte y logramos las metas que nos propusimos.
En salud vamos a inaugurar la nueva maternidad, que va estar activa en el segundo semestre. Además vamos a renovar 21 de los 31 centros de atención primaria y a hacer seis nuevos.
La salud es nuestro segundo objetivo. Y el tercero es en términos de seguridad. Vamos a comprar una decena de patrulleros más y colocaremos portales con lectoras de patentes en los ingresos a los lugares más críticos. Nuestro plan es reforzar mucho el esquema de protección barrial con alarmas comunitarias. Llevamos entregadas 2800 alarmas y calculamos que entregaremos entre 1000 y 1200 más. Así que esperamos responder a la demanda ciudadana de mayor prevención y cuidado de las fuerzas de seguridad con presencia en los barrios en los horarios críticos.
La maternidad fue una de las obras más criticadas por la oposición, que consideraba el hospital como prioridad.
El proyecto del hospital general sigue ahí. Uno puede verlo cuando transita por la Panamericana, la infraestructura abandonada que dejó la gestión anterior, que prometió y no cumplió. El gobierno anterior presupuestó el hospital durante cinco años y nunca lo ejecutó. Recién meses antes de las elecciones empezó a hacer una base y creo que 30 columnas. Ese es el hospital que dejó la gestión anterior. Cuando yo asumí nuestro indicador más débil era la mortalidad infantil. En Pilar el 13,4 por mil de los chicos no llegaban al año de vida. Tenía la segunda tasa de mortalidad infantil de la provincia de Buenos Aires. Y es una maternidad que da entre 4000 y 4500 partos por año, la segunda más grande de la Provincia. Y es alquilada. Cuando hicimos las cuentas de la inversión que hacía falta para mejorar ese centro de salud, llegamos a la conclusión de que era necesario dejar de alquilar. Hace 18 años que alquilamos una maternidad y decidimos construir una propia, seis veces más grande. El edificio actual 500 de metros. La que estamos construyendo va a tener 3000. Va a ser una de las mejores, si no la mejor maternidad de la provincia de Buenos Aires. Poder atender a las personas en el momento más crítico de sus vidas, en las primeras horas y semanas de vida, para nosotros es muy importante. Pusimos la prioridad en el lugar donde teníamos mayor vulnerabilidad. En esta gestión logramos terminar un hospital de cero, que va a ser mejor de lo que tuvimos en los últimos 20 años. Y lo que tenemos que tener en cuenta en la próxima gestión es terminar el hospital central.
PING PONG
Una comida: Milanesa.
Un restaurante: Selvática.
Un lugar: el club.
Un personaje histórico: Martin Luther King.
Una serie: The West Wing.
Un libro: Todo Marlowe, por Chandler Raymond.