Mas de 70 leyes con despacho esperan el turno de ser tratadas y aprobadas. Los diputados aún no se han puesto de acuerdo si las tratarán en una sesion maratónica o si pasaran algunas para el ejercicio 2002. Todo tiene que ver con el nivel de debate que requieren algunos temas sensibles y la imagen -siempre mala- que dejan las interminables sesiones de fin de año. Esto de alguna manera demuestra que el trabajo en las comisiones logra consensos que no se ratifican a la hora de llevarlos al recinto, reducto ingobernable para el oficialismo en lo que va del corriente año.
La unica certeza para mañana es que Julio Vitobello (PJ) asumirá como vicepresidente de la casa, cargo que fue dejado vacante el jueves pasado cuando el justicialismo no bajó al recinto. El panteón de Caritas, el Consejo del Plan Urbano Ambiental, el Consejo de los Niños y el controvertido Foro de la Tercera Edad apuestan a que el debate no descarrile como viene sucediendo ultimamente.
La diputada Vilma Ripoll podría presentar una cuestión de privilegio respecto de los sucedido el jueves pasado cuando “se violaron los derechos que tengo como diputada” en alusión a los encontronazos que protagonizaron los militantes del MST con personal de seguridad del lugar. Mientras Ripoll logró finalmente ingresar al recinto, cuatro personas de seguridad tuvieron que ser trasladados con lesiones menores.
Por último trascendió de fuentes aliancistas que el controvertido tema de los subsidios a los jefes de hogares, que fué el que encendio la mecha en la actual disputa con el peronismo, estaria siendo analizado en despachos oficiales, lo que demostraría que el problema central no estaria en la cuestion de fondo, sino quien se erige como “el padre de la criatura” y su capitalización política. Mientras que 267.000 desocupados esperan el giro del Ejecutivo -que no se producira este año- la tropa de la Alianza y sus aliados “asiáticos” resisten la presion que les ejerce el peronismo y la izquierda.