La advertencia de la liga hacker Anonymous sonó como un latigazo: “¡¡Liberen a Assange o lo pagarán!!”. Los destinatarios de la amenaza fueron los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido, que se fueron informados de esta manera de que existe una “revolución” llegando a sus países.
Los “hacktivistas” afirmaron que los carceleros de Assange y “sus cohortes” están a punto de recibir el impacto de “la fuerza de Internet”, como consecuencia de la detención del cerebro de Wikileaks, responsable de la publicación de miles de cables secretos, generados por funcionarios estadounidenses.
“Desde la CIA y el presidente de EE.UU. hasta los oficiales que sacaron a Assange de la embajada para su arresto se han expuesto a sí mismos como enemigos del pueblo y es hora de que Anonymous actúe en consecuencia”, amenazó la comunidad de activistas digitales, que suelen encarar represalias contra los poderes establecidos.
Anonymous expresó que los gobiernos suelen actuar contra sus pueblos “sin temor”, convencidos de que su poder les asegurará “protección contra las consecuencias kármicas de la realidad”, algo que está a punto de acabar, precisaron.
“Personas influyentes que representan a los gobiernos de Reino Unido, EE.UU. y Ecuador han firmado este ataque sin precedentes contra el periodismo”, describieron, a la vez que amenazaron con que “cada una de las personas poderosas que hayan firmado esta orden debería estar temblando en sus botas, porque la fuerza de Internet está a punto de ser desatada sobre ellos”.
El ataque a la libertad de prensa -aseguraron- provocará luchas “pacíficas” en el mundo de Internet. Enigmáticamente, advirtieron que “con estas acciones, están haciendo que el mundo libre se acerque a una revolución generalizada, y eso es, honestamente, lo que se necesita para detener estos avances constantes contra nuestra libertad”.
La comunidad de activistas cibernéticos celebró que muchas personas sean capaces de “ver más allá de la propaganda” de los gobiernos occidentales, para lo cual la militancia de Assange fue importante, a la vez que expresaron que “desafortunadamente” el círculo rojo no se muestra consciente de ello.
Ante esta situación, amenazaron con que “por ello, esta es una advertencia para el ‘establishment’: ¡Liberen a Assange o lo pagarán!”, desatando la preocupación en determinados círculos, ante la posibilidad de que se revelen algunos de sus secretos inconfesables.