El escándalo que envuelve desde hace 10 días al presidente de la Cámara de Diputados bonaerense Manuel Mosca tuvo su primera consecuencia institucional. La Cámara votó y aprobó en la sesión realizada el jueves por la tarde el pedido de licencia por 60 días del legislador oficialista, apuntado por una denuncia de acoso sexual.
De esa manera, el sillón de conducción de la Cámara baja quedó desde ese día provisoriamente en manos de Marisol Merquel, una legisladora que integra el bloque del PJ y que responde al poder de los intendentes peronistas del Conurbano, especialmente a Martín Insaurralde.
Pero el cuerpo no avaló en cambio el planteo de Mosca para que se proceda a su desafuero. En una postura que atravesó todos los bloques políticos, se consideró que no había elementos para que al diputado se le quite la inmunidad que impide que un legislador pueda ser detenido. “Ni siquiera hay información oficial sobre la causa en que se lo involucra”, dijeron desde la oposición.
El pedido de desafuero fue remitido a la Comisión de Asuntos Constitucionales y quedará allí en stand by. Los diputados acordaron que si eventualmente se produjeran elementos en la causa que lo amerite, volverán a analizarlo. “No podemos dejar sin fueros a nadie sin que haya un pedido previo de la Justicia”, explicaban en Cambiemos.
Como se esperaba, Mosca no estuvo ayer en el edificio de la Legislatura. Desde que la semana estalló el escándalo, de hecho, no mantuvo comunicación formal con ningún legislador. El diputado oriundo de Bolívar, de 37 años, es investigado por una denuncia presentada por una militante del PRO por supuestas actitudes de acoso sexual que habrían tenido lugar durante la campaña de 2015. Su única reacción hasta ahora fue ir él a la Justicia a pedir que se investigue una supuesta maniobra de extorsión por parte de la denunciante.
Merquel, tomó juramento junto a Soledad Dibetto Gil, la diputada que reemplazará a Mosca en su banca.
El primero en tomar la palabra fue el diputado del Frente de Izquierda, Guillermo Kane. Después de plantear que se debería conformar una suerte de comisión especial para analizar la conducta de Mosca, deslizó que el episodio “podría enmarcarse en una interna política del propio oficialismo”. Además, recordó el caso del senador kirchnerista Jorge Romero, quien continúa en su banca pese a contar con denuncias de acoso sexual en su contra.
Por el kirchnerismo hablaron la diputada Susana González, quien se concentró en criticar que los medios hayan accedido a información de la causa, y Carlos “Cuto” Moreno, quien pasará a ocupar la vicepresidencia de la Cámara. En su intervención, Moreno también deslizó que la situación de Mosca podría enmarcarse en una interna política de Cambiemos y mencionó entonces la supuesta participación de Laura Alonso, mencionada como la persona con quien la supuesta víctima de Mosca tomó contacto.
Por su parte, Maxi Abad, presidente del bloque de Cambiemos, agradeció que la oposición no hubieran caído “en actitudes miserables para intentar sacar provecho de esta situación”.
El jueves, antes y después de la sesión, todas las conversaciones giraban en torno al futuro inmediato de la Cámara a partir de la salida de Mosca, quien oficiaba como espada de Vidal en la Legislatura y era el encargado de mantener los frágiles acuerdos de gobernabilidad en una cámara donde Cambiemos no tiene mayoría.
Por ahora, todo indica que Merquel quedará al frente de la Cámara por lo que dure la licencia. Pero en Cambiemos hay muchos que no ven con buenos ojos que la Cámara quede co gobernada por el PJ y Unidad Ciudadana. Por eso, hay voces que ya plantean que Mosca debería renunciar a su banca.