Cartoneros: La Legislatura los recibe mientras la policía los persigue

Cartoneros: La Legislatura los recibe mientras la policía los persigue

Organizado por el diputado Eduardo Valdés, en la Legislatura se realizó una jornada de trabajo que se llamó "El Trabajo no es Basura". Funcionarios, diputados, miembros de ONG's y recolectores informales de residuos se encontraron y debatieron un modelo de inclusión para los miles de trabajadores del sector. El grupo del llamado "El Tren Blanco" elevó un petitorio al jefe de Gobierno, quejándose de la persecución policial


El Salón San Martín de la Legislatura porteña fue la sede del encuentro "El Trabajo no es Basura", en el que los "cirujas", los funcionarios gubernamentales y los legisladores se reunieron para avanzar en un proyecto que tenga en cuenta a los trabajadores del sector informal.

El encuentro fue abierto por el ex campeón mundial de peso mosca, Horacio Accavallo, que es el presidente honorario de la Mesa Coordinadora de Recolectores de Residuos de la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano, que agradeció la invitación que le hicieron para abrir las deliberaciones, aunque se definió "impactado porque un chico trabaje con la basura y por hacer eso no vaya a la escuela. En mi época no había mujeres que hicieran este trabajo y había muy pocos chicos. Finalmente, Accavallo se reivindicó como "ciruja y botellero" y aseguró que ese trabajo a él le dio "dignidad".

Leandro Halperín, presidente de la Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil, que depende del Ministerio de Trabajo, habló a continuación. Luego de mostrar un video sobre la actividad de los recolectores que se movilizan en el "Tren Blanco" que va a José León Suárez, manifestó que "hay 250 mil chicos que trabajan, según las estadísticas, aunque seguramente hay muchos más". Luego dijo que "Para sacar a esos chicos de la calle nuestro principal apoyo proviene de los padres de esos chicos. Sólo esperamos que los funcionarios y los empresarios no nos dejen solos".

A continuación, Guillermo Ferraro, presidente de la Coordinación Ecológica del Area Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), dijo que "la gestión de residuos sólidos tiene cuatro etapas: la recolección, el tratamiento, el transporte y la disposición final. Los cartoneros resuelvan la primera etapa y están profundamente relacionados con la segunda etapa. Cuando recogen cartón, papel, aluminio o metales, además, están haciendo una recolección diferenciada. Esto es reciclado, una operación que minimiza la cantidad de residuos que van a parar a los centros de disposición final que posee el CEAMSE, algo que alargará su vida útil".

El presidente del Ente Unico Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, Néstor Vicente, se definió como "quemero", dada su condición de hincha y socio de Huracán. Planteó la necesidad de capacitar a los recolectores, agregando que "no podemos tener una mirada neutral sobre el tema, sino que tenemos que verlo desde el lado del vecino, porque un servicio mejor va a significar necesariamente una mejor calidad de vida".

El secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Eduardo Riciutti, se plantó desde un principio como una especie de abogado del diablo. "Voy a plantear – dijo – un tema poco simpático: las limitaciones. Existe una legislación vigente, hay ordenanzas, y mi función es la de hacer cumplir la ley".

"En Buenos Aires hay que instalar plantas de tratamiento de residuos, que se deben ubicar dentro del radio de la ciudad y que deben emplear mano de obra informal, porque hay una firme voluntad del Gobierno de la Ciudad de incorporar al sector informal a la gestión de residuos. Por eso podemos asegurar que es falso que nosotros perseguimos a los cartoneros, esta gestión no reprime a nadie. A nosotros nonos preocupa sólo la limpieza, también nos preocupa la gente".

LA POLICIA PERSIGUE A LOS CARTONEROS

A la salida, los recolectores que forman parte de "El Tren Blanco" repartían copias de un petitorio que le enviaron al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. En ella le explican a Ibarra quiénes son. Se definen como "un grupo de 500 padres, jefes de familia que nos quedamos sin trabajo". Plantean allí que la carta es para que sepa "de fuente concreta las distintas repercusiones de los últimos hechos sufridos por nosotros".

Luego manifiestan que "la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia". Finalmente, los cartoneros le piden a Ibarra "o a quien corresponda, una pronta solución de la presente situación, debida a las persecuciones policiales que sufrimos por nuestro trabajo en la vía pública".

"Permitiéndonos manifestar y defender la libertad de trabajo y nuestras necesidades por ser un grupo de trabajadores marginados por las autoridades, por ser gente sin recursos. Desde ya solicitamos a Ud. sepa comprender nuestro petitorio".

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